Mi Sol Después De La Lluvia

Capítulo 3

Dylan:

Editado

Miró a la chica atento. O sea, ¿Esta chica que es bastante linda ayer me vomitó? Rio mentalmente ante mi pensamiento.

El silencio incómodo estaba en el aire del parque. Miró nuevamente a Iara y ella está jugando con su mano, supongo que igual de incomoda que yo.

Flashback :

Estoy caminando por los pasillos de la casa de los Wilson. Sólo vine porque Diego tuvo la magnífica idea de sacarme de mi casa, donde estaba cómodo leyendo Marfil y escuchando 5 seconds of Summer.

Fue una mala noche para salir, va, capaz si no salía todavía sería la versión de Maléfica pero masculina.

- Dylan, espera. - ignoro la voz de la ahora mi ex novia Sofía.

- Oh claro, te encuentro haciéndolo con un idiota y tú me dices que fue cosa de una noche, podría ir y preguntarle a tu compañero si fue cosa de una noche. - estaba casi gritando pero por la música alta no se escuchaba, algunas personas nos miraban pero yo solo los ignoraba.

- Lo siento, Dylan, sabes que te amo. - se pone una mano en el pecho y yo solo la miró con asco.

- Se acabo, Sofía, no quiero saber nada de vos y puedes ser feliz con tu compañero.

Agradezco no estar enamorado de ella y que capaz hace un tiempo haya perdido el interés, porque seguramente ahora estaría dolido y sería de esos idiotas que perdonan estás cosas.

Me siento en un muro que hay en el patio y saco un cigarrillo de mi bolsillo.

- ¿Tienes fuego? - el chico que estaba a mi lado asiente y me tiende el mechero, prendo mi cigarro y se lo devuelvo a la vez que él se va hacia dentro.

- Iara, estate quieta, necesitamos llevarte a casa. - en la puerta de la casa estaba Kevin Wilson, una chica de pelo pelirrojo y una de pelo pelinegra. Kevin y la pelirroja luchaban con la pelinegra que al parecer se llama Iara.

Miró la escena y poso mis ojos sobre los suyos y nuestras miradas se enterlazan, le sonrió y ella se suelta del agarre de sus amigos para venir hasta mí.

- Eres el amor de mi vida y te amo. - empieza a contar con sus manitos hasta el tres y se para de puntitas para darme un beso, el cual correspondí. Se separa y pum, me vomitó.

- Mierda. - ahora quería vomitar yo. Me doy media vuelta y vómito en el pasto, ¿Estábamos en un concurso de vómitos o qué?

Empiezo a caminar hacia la casa con Iara y sus amigos detrás de mí.

- Lo siento tanto, dios griego, perdón por arruinar tu carita. - estaba llorando.

Me meto en el baño y empiezo a limpiarme la cara. Me doy media vuelta y veo que Iara aún llora.

Tomo su rostro entre mis manos y ella se soba la nariz. Mierda, me parecía la chica más hermosa del maldito mundo, aún en este estado y situación.

Le planto un beso en sus labios y ella me corresponde.

Acabo de confirmar que el maldito amor a primera vista al existe.

Fin del flashback.

- Fue tan lindo cuando se conocieron. - Iara se sonroja y a mí solo me dan ganas de besarla nuevamente, aunque era un efecto que me pasaba cada que recordaba el beso y no hablo del que me dio antes de vomitarme, sino que el que le di después de lavarme la cara.

- ¿Es normal que te conozca tanto y sienta que me estás ocultando algo?

- Soy Zoe. - la amiga de Iara me tiende la mano ignorando el comentario de Iara.

- Supongo que ya sabes mi nombre. - rio un poco incómodo ante la mirada que Iara me está dirigiendo.

- Obvio, digo, eres el amor de la vida de mi mejor amiga. - Su mejor amiga le pega en la nuca y le lanza cuchillos con sus hermosos ojos.

- ¿Qué hacemos? - Iara habla y con escucharla sobria reconfirmo que es el amor de mi vida y la chica más hermosa.

- Quiero fiesta, quiero alcohol, quiero chicos y quiero divertirme. - no puedo evitar soltar una risa ante la emoción de Zoe.

- Si me sorprendiera. - Iara se encoje de hombros y pone un tono sarcástico en su voz.

- Vayamos de fiesta, aburrida. Dylan, ¿Viniste en auto o algo? - asiento.

- Vine en mi camioneta.

- Perfecto. - empiezan a caminar las dos chicas en dirección a la camioneta mientras que yo camino por detrás con mis manos en los bolsillos delanteros de mis vaqueros. - ¿Esta? - señala mi camioneta y asiento a la vez que les abro la puerta y me subo yo también.

- Ya sé a qué club podremos ir.

Prendo la camioneta y me voy en dirección a mí club.

Zoe abre la ventanita que tengo en el techo y al mismo tiempo que Iara sacan la cabeza por ahí.

- Dios, esto es perfecto.

- Confirmo.

- Señoras, lamento interrumpirles la diversión, pero hemos llegado.

Cuando bajamos, en la puerta está Federico, es un viejo guardia que trabaja aquí desde que abrí el club.

- Jefe. - me saluda con la cabeza y la boca de las chicas se abre.

- ¿Eres el dueño?

- ¿Eres Christian Grey?

Ambas hablan al mismo tiempo y la pregunta de Zoe (la última) me da bastante gracia, aunque para ser Christian Grey me falta el cuarto.

- Sip, soy el dueño.

- ¿Qué pasó en verdad con el incendio?

- Mejor entremos. - le responde Iara a la pregunta de su amiga.

(...)

Iara por primera vez en la noche se baja de su asiento y empieza a bailar en la pista. Zoe se había ido hace un rato con un chico que desconozco la identidad.

- ¿No baila, señor Grey? - Desde que Iara se emborracho no paraba de llamarme así.

- Será mejor que me la llevé, Anastasia.

- ¿Ves? Sabía que eras Christian Grey. - me agachó para agarrarla de la cintura y posicionarla sobre mi hombro, a lo saco de papas.

- ¡Si no supiste amar! ¡Ahora te puedes marchar! - Iara empieza a cantar con el claro tono de borracha en su voz.

- ¿Donde vives, Iara?

-  Al lado del hospital. - asiento y empiezo a conducir en esa dirección.

- Dylan.

- Iara.

- No quiero ser tu novia, quiero ser tu esposa. - no puedo evitar reírme y ella hace un gesto como si hiriera sus sentimientos.

- Me ofendes, Dylan, fue la mejor propuesta que jamás te harán.

- No lo dudo.

Estacionó al frente de una casa de dos pisos blanca con un hermoso jardín.

- Llegamos, señorita.

- ¿Puedes quedarte a dormir? Digo... - estaba nerviosa y lo pude notar por como jugaba con sus manos y no me dirigía la mirada.

- Está bien, pero no me quitarás la virginidad.

Me mira y sonríe.

- No eres virgen.

- Me ofendes.