S E I S

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Jungkook se va tras la hora que  me prometió y yo aprovecho para hacer unas cuantas compras además de visitar a mis tíos, a quienes hacía tiempo que no veía

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Jungkook se va tras la hora que  me prometió y yo aprovecho para hacer unas cuantas compras además de visitar a mis tíos, a quienes hacía tiempo que no veía. Cuando llego a casa, es justo hora de cenar. Mingyu y yo marcamos unas horas determinadas para la comida y  la cena (el desayuno es un caso perdido, yo siempre me quedo dormida y él siempre está con una chica en su cuarto). Siempre que podemos comemos a las tres y cenamos a las once. Nos gusta compartir tiempo juntos.

¡Vaya, vaya, vaya! Alguien llega demasiado justa a la cena... —comenta Mingyu al verme entrar. Tiene puesto el mandil siempre utiliza para cocinar y está emplatando la comida.

Pero ¡he llegado a la hora! —Lo beso en la mejilla y me siento a la mesa, no sin antes dejar las bolsas en el recibidor. Aunque me encantaría irme directamente a la cama no puedo dejarlo cenando solo; además, ha hecho comida para dos.

¿Qué tal tu día, señorita?

Muy ajetreado, la verdad. Las cosas con Jungkook van mejor de lo esperado.

¡Sabía que no resistiría mucho!—exclama tras termina de emplatar.

Aún así... Sigue siendo demasiado frío y seco, pero supongo que solo es cuestión de tiempo.

Una semana más y conseguido—augura mientras prueba el pescado que ha cocinado—. Mmm... Cada día me supero.

¿Y tú qué tal con la morena? —Al escuchar mi pregunta, Mingyu abre mucho los ojos.

¿Cuándo la viste?

Por la mañana. Salió de tu habitación y vino a preguntarme dónde estaba el baño.

Vaya, estaría durmiendo...—responde algo atónito—. Se llama Tzuyu, es una chica bastante especial, muy divertida, muy extroverrida, muy sensual... Tiene tanta fuerza al hablar, tanto ímpetu... No se deja dominar y eso me gusta.

¿Será la definitiva?—le planteo entre risas. He perdido la cuenta de las veces que le he hecho esta pregunta. Mingyu solo tuvo una relación larga, con Sana, una chica bastante agradable. Le dejó tan marcado que juró no volverse a enamorar, y ahora... Bueno, ahora es como es.

Ya sabes que me cuesta responder a esa pregunta. Por ahora solo puedo decirte que me hace sentir diferente, me hace sentir vivo.

Interesante...—comento sin ser capaz de contener la risa.

¡No te rías, bicho!—me grita, también entre risas, mientras me tira una servilleta.

Cuando acabo de cenar voy directa a mi habitación, me pongo el pijama y me desplomo en la cama. Antes de cerrar los ojos, pongo la alarma en el móvil: mañana tengo mi segunda cita con Jungkook y he de ser puntual. La noche anterior los nervios no me dejaron dormir, pero esta vez el cansancio me puede y la relajación que siento tras ver lo bien que van las cosas actúa como tranquilizante, de manera que en apenas dos minutos ya me he dormido por completo.

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