S I E T E

135 24 7
                                    

Cuando su beso por fin acaba —a mí se me antoja eterno, pero no debe de haber durado más de ocho segundos—, Tzuyu se gira y me ve

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando su beso por fin acaba —a mí se me antoja eterno, pero no debe de haber durado más de ocho segundos—, Tzuyu se gira y me ve. La gran sonrisa que ocupaba todo su rostro desaparece, me mira incrédula mientras levanta una ceja y separa un poco los labios. En sus ojos puedo ver maldad y desconfianza... Si las miradas matasen, yo yacería muerta en el suelo.

¿Os conocéis?—pregunta Jungkook tras ser testigo de nuestras expresiones. Supongo que mi cara también refleja la impresión.

Sí, íbamos al mismo colegio—responde Tzuyu al instante mientras me da un abrazo cargado de falsedad. No he tenido tiempo ni de abrir la boca, mucho menos de pensar una respuesta. Abro unos ojos como platos, ha mentido con una facilidad asombrosa, no ha tardado ni medio segundo en pensar una coartada—. Y vosotros, ¿de qué os conocéis?

Casualidad portuaria—Jungkook contesta de forma seca y concisa, sin dar muchos detalles. Lo conozco hace tan solo tres días y ya sé que esta es su forma habitual de contestar. Tzuyu debe de estar acostumbrada porque no hace más preguntas sobre el tema. Jungkook tampoco pregunta absolutamente nada, lo que me extraña... ¿No tiene curiosidad por saber qué hace su supuesta novia saliendo de mi portal?

¿Vamos a tomar algo los tres? Hace muchísimo tiempo que no te veo, Eunbi.—Cuando Tzuyu pronuncia mi nombre un escalofrío graba mi cuerpo. ¿Se lo habrá dicho Jungkook en algún momento? ¿Se lo habrá dicho Mingyu? La capacidad de manipulación de esta chica me provoca mucho malestar.

He quedado para comer...

¡Vamos! Aún es temprano, te da tiempo a tomar algo con nosotros.

Miro a Jungkook buscando confirmación, y él se encoge de hombros. Una parte de mí me dice que él puede aprovechar esta situación para poder averiguar qué está ocurriendo. Aunque todo parece bastante claro, debo saber qué se trae Tzuyu entre manos. Esta invitación me proporciona, además, una oportunidad para conocer un poco más a Max, en este caso a través de otra persona.

Vale, pero no podré quedarme mucho tiempo.

¡Tranquila, iremos a la cafetería más cercana!

Tzuyu coge la mano de Jungkook y ambos empiezan a andar, yo lo hago detrás, algo estupefacta. Este encuentro supone un giro total de los acontecimientos, ya que ni Jungkook ni sus padres me han comentado la existencia de una pareja. Quizá él lleve su relación en secreto o quizás solo sea un rollo pasajero... A apenas veinte pasos ya hay un bar del que, casualmente, soy clientela habitual.  En cuanto nos sentamos, Jimin, el camarero, viene a tomarnos nota y saludarme amistosamente.

¿Cómo va todo, Eunha? Hacía mucho que no venías por aquí!—exclama Jimin al tiempo que me abraza con fuerza. Tras tantos desayunos y Coca-Colas ya hay mucha confianza entre nosotros.

Todo perfecto —respondo con una sonrisa.

—¿Y Mingyu, sigue tan contento como siempre?

OCHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora