Nada es lo que parece/ Anime: Junjou Romantica/ Junjou Egoist

Capítulo 3: No dejes de sonreir

¿Qué hace aquí?, ¿Cuánto tiempo se quedó esperando?,¿Será coincidencia?, ¿O acaso es el auto de otra persona?

Todas mis preguntas fueron respondidas al ver salir el dueño del auto, que me miraba de manera fría y seria. Tenía temor de recaer en ese instante al recordar todo lo que ocurrió o aun peor lo que me iba a decir.

-A... Akihiko...

Capítulo 3 "No dejes de Sonreír"

-Hiroki-

—Así que, estás vivo—dijo mirándome de arriba abajo, hasta que se detuvo en mis ojos para mirarme con fijeza.

—¡Claro que estoy vivo!, lamento no haberte dado el gusto de que no fuera así—reclamé cruzándome de brazos y volteando la cara, para evitar así su mirar.
Si sigue mirándome así, yo... yo no podré.

—Siempre eres tal malhumorado, encima de que alguien se preocupa por ti.

¿Qué?, ¿Acaso él?

No.

Él no me ve con los mismos ojos que a Takahiro. Lo único que hace es lastimarme, pero lo amo.

-Gracias, pero no gracias. Estoy lo suficientemente grande para cuidarme solo y no es necesario que un reconocido empresario y escritor pierda su tiempo, "preocupándose."- dije con voz fastidiada y señalizando comillas con mis dedos.

Está es la única forma que no se dé cuenta de cómo me siento.

—No hables así, tampoco contestabas mis llamadas. Fui a tu casa, tampoco estabas, así que pensé...

—Que lo mejor sería ir a mi trabajo—Le dije con gesto molesto y el asintió con la cabeza.

Acaso no se da cuenta que me lastima más y más, no entendió ni un poco mis sentimientos, eso me duele.

Nunca los va a ver.

Si puedo estar a su lado, al menos como amigo me conformo. No del todo, pero a menos puedo estar ahí para siempre con él.
Aunque después de lo que paso, dudo mucho que vuelva a ser como antes. No me perdonará, nunca lo hará.

Antes de que dijera algo más miró al cielo y hablo.

—Parece que va llover, ¿te llevo? —preguntó, señalando detrás de si con el pulgar su deportivo.

—No es necesario, tomaré el autobús.

Lo menos que quisiera es estar cerca de él y mucho menos en su auto.

—No sé si te habrás dado cuenta, pero este es el único auto que verás en toda la avenida.-dijo con altanería.

Eso hizo que mirara de reojo toda la calle. No había nadie. Mucho menos se veía más allá de la carretera ya que había niebla.
Demonios, me olvidé el paraguas.

—Y por lo que veo,-Bakahiko continuo hablando—estoy seguro que no tienes un paraguas. A menos que lo guardes en ese bolsillo tuyo; que no importa que tan pequeño sea, siempre sacaras un libro tres veces más grande.

"ACASO A ESTE LE FASCINA JODERME"

—¡Lo olvidé!—grité, no sin antes arrojarle un libro...
Demonios tiene razón.

Además de que en la tarde estaba soleado, maldición, he estado distraído todo este tiempo y todo por la culpa de ese idiota.

—Ya veo...—Después de recoger el libro del piso; se volteó para abrirme la puerta del copiloto, haciendo una señal con los ojos para que entrara.