Los monstruos pueden ser reales o falsos, depende de a quien le preguntes.
Todos tenemos monstruos que nos aterrorizan, algunos más extraños que otros, podemos tomar el contexto de lo que es un monstruo y adaptarlo a nuestra propia pesadilla.
En mi...
No puedo creerlo, ese idiota tiene un hermano. ¿Dos monstruos? Pero aún no sé si él es como Andrew, o al menos lo que creo que Andrew es, aunque no podría definirlo de otra forma, él mató al del ascensor ¿no? Aún no asimilo bien esa noche.
¿Yo mate al chico de la máscara blanca?
Fui yo.
Lo peor es que solo me desconcierta que lo haya matado, pero no me siento culpable al respecto, es solo que aún no creo que haya sido real. Decidí irme del instituto para poder pensar claramente las cosas. No soy un monstruo, fue una decisión de vida o muerte, aunque, de todos modos, no importa.
-Quita esa cara hermana ¿Que sucede?
-Tú deberías saberlo, vienes de mi mente después de todo - veo como camina junto a mí y no puedo creerlo, ¿En qué momento me convertí en esta persona desequilibrada?
-¿Te sientes culpable por haber matado al chico de la fiesta?
-No.
-¿Te sientes culpable por haber matado a James Davenport?
Me detengo en seco, veo a Rhydian fijamente a los ojos y mis ganas de asesinarlo (nuevamente) se incrementan, hago puños con mis manos y presiono mis dientes.
-Me dejaste ¿Recuerdas? No puedes saber lo que pasó.
-Tienes razón, tu memoria me bloquea ese recuerdo por alguna razón - lo veo confusa y decido ignorar lo que dijo - olvídalo, simplemente sigamos caminando.
-¡Oye!
Me volteo ante el llamado y veo a la chica que estaba en la oficina de correos el día de la fiesta, la que estaba detrás de la ventanilla, pelinegra con gafas.
-Hola - me ve con confusión y luego sonríe -¿Estás hablando sola? No te preocupes no diré nada, me suele pasar a mi también.
Me daría vergüenza si no estuviera enojada.
-¿Quién eres tú? - Decido hacerme la desentendida y sonreír.
-La chica que te dio el paquete en el correo el otro día ¿Me recuerdas?
- Ah si, un poco, ¿Qué haces aquí?
-Hoy decidieron darnos el día libre en el correo, el jefe dijo que no había mucho trabajo, por lo que decidí irme y comer algo ¿Quieres venir conmigo?
-Deberías ir con ella, lo más probable es que ella creció aquí y pueda darte más información acerca de Andrew o de los asesinatos en este lugar, Dalemaine es más extraño de lo que parece, piénsalo.
Cállate Rhydian.
-Genial, vamos.
-Por cierto, soy Sol.
-Lindo nombre, soy Clay.
-Lo sé, te recuerdo no lo olvides.
Su sonrisa es muy bonita, caminamos juntas hacia la cafetería a la que fui hace un tiempo, cerca del parque donde asesinaron a una chica. Entramos y veo alrededor, pero no logro ver a la chica que me atendió la última vez, creo que está en el instituto.
Tomamos asiento cerca del ventanal, hay un menú en la mesa donde estamos sentadas, decido no ver nada de lo que hay escrito y observo a Sol, tiene una mirada muy expresiva, inteligente.
-¿Esta bien si pido pizza? Ya sabes para que ambas podamos comer algo.
-Claro, cualquier cosa esta bien.
Hace un gesto restándole importancia y se levanta camino al mostrador, seguramente a pedir la pizza. Veo que su bolso está sobre la mesa entre abierto y observo que tiene un pequeño frasco como de medicina.
Es realmente pequeño, pero no logro distinguir ninguna marca o nombre, solo el color del frasco que es azul, Sol vuelve y se sienta nuevamente frente a mí.
-Y bien Clay, ¿Cuántos años tienes?
-Diecisiete.
-Eres bastante joven ¿Cuántos años crees que tengo yo?
-No lo sé, tal vez veintidós.
-Veinticuatro.
-Al menos me acerqué - sonreí y observé cómo ella se ajustaba más las gafas en el puente de su nariz - Sol, ¿Podría preguntarte acerca de Dalemaine?
-Claro, ¿Qué quieres saber? Vivo en este lugar de toda la vida, nadie conoce a las personas de este lugar como yo.
Poco presumida.
-El homicidio que hubo hace unos días en el parque ¿Quién era la víctima?
-¿Un homicidio? Tengo entendido por lo que salió en el periódico local que fue una dama de compañía, en otras palabras, una prostituta.
-¿Sabes quién fue el culpable?
-No, no hubo rastro alguno de quién fue, quien quiera que hubiera matado a esa mujer es muy ingenioso.
-Ingenioso... ¿Hay algún Testigo de esa noche?
-¿Quién eres?, ¿Una investigadora? - decidí ignorar su pequeña burla y esperar a que siguiera hablando -Bueno, no hubo testigos, la verdad es que este lugar es muy seguro, es raro ver ese tipo de homicidios.
Demasiado seguro. Claro que sí.
-El lugar donde siempre se encuentran cadáveres o muertes suele ser en la Ciudad, las personas de este lugar van seguido ahí, la Ciudad es muy peligrosa.
Y que lo digas.
-¿Podría preguntarte acerca de una persona en especial?
-Me has estado haciendo preguntas extrañas desde que vinimos, solo hazla.
-¿Conoces a Andrew Brighton?
Hizo un gesto pensativo, coloca los brazos sobre la mesa y observa por la ventana, depués hace una sonrisa que, si soy sincera, da un poco de miedo.
-Andrew... Si, vive cerca de mi casa, tiene un hermano menor y vive con su madre.
¿Hermano menor?
-No sabía que tiene un hermano menor ¿Su madre como es?
-Pues es enfermera en el hospital general de Dalemaine, los chicos a veces pasan solos, pero Andrew es muy responsable con él, lo deja en la escuela temprano y a veces lo recoge en las tardes.
-Entiendo, Él es un buen chico.
-¿Andrew? Si que lo es, tan considerado y amable.
Aunque no todos sepan que es un asesino.
Una mujer vestida con un delantal blanco viene y deja la pizza en la mesa seguida de dos vasos con refresco.
-Buen provecho - menciona sonriendo mientras observa la pizza.
A pesar de que me encantaría realizarle más preguntas acerca de Andrew, no puedo ser tan obvia y darme tanto color en demostrar mi profundo interés en él, que de por sí ella ya debió haber notado.
-Buen provecho.
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