Día de la muerte de James Davenport—Entonces, estos son los alumnos de los cuales me habló.
Kenan Walton observaba a los chicos frente a él, los más rebeldes, problemáticos y marginados del internado, chicos cuyos padres no tienen mínimo interés en sus vidas, chicos que ni siquiera tenías ánimos de seguir viviendo o un propósito que los motivase.
Eran perfectos.
Él estaba haciendo un trato con los del internado, tenían que conseguir a catorce alumnos con ciertas características, para así poder ofrecerles un trato; Ir a Rosenville y ser entrenados como asesinos, gozarían de su vida resuelta, buena paga, alimento, inmunidad, relacionarse con personas poderosas, solo debían ser leales y obedientes y todo estaría bien.
Son los catorce solicitados, pero en realidad falta una alumna que no pudimos convencer de venir, veía cierto potencial en ella, pero nos gritó e insultó diciendo que no podíamos obligarla a venir, y como esto es un asunto privado no quisimos correr el riesgo de hacer un escándalo. Ya sabe, debido a la hora que es.
2:01 A.M
Kenan se queda en silencio, observando a los diez chicos y cuatro chicas sentados en pupitres de manera desordenada, estaban en un salón de clases que no se utilizaba hace mucho tiempo, las paredes color mostaza y el suelo de cerámica color blanco le daban un aire viejo y abandonado al lugar. Las chicas con shorts realmente cortos y camisas de tirantes y de mangas, y los chicos con pantalones de pijama y en shorts, con camisas simples y algunos sin estas, mirando a Kenan con desinterés, se ven somnolientos y cansados.
—¿Cuál es el nombre de esa... Alumna tan terca? — se gira hacia el maestro para verlo de frente, Kenan lleva un pantalón de tela color azul oscuro y una camisa de botones manga larga color blanco, chinelas perfectamente lustradas, el cabello peinado hacia atrás y con gel para fijarlo en su lugar, aunque algunos mechones rebeldes caían por su frente.
—Clay Dábalo, pero aquí es conocida como Diablo.
La mención de la chica hizo sonreír a Kenan, por alguna razón sentía la necesidad de conocer a esa chica, su otra personalidad bromista y juguetona quería salir a flote debido a su retorcida mente. Pero el Kenan original, frío, inteligente y calculador no se dejaría vencer.
—Dime sus datos.
—Castaña, ojos azules, diecisiete años, caótica. Este es su tercer internado, sus padres viven en el pueblo vecino Dalemain, odiada por ellos debido a que dejó morir a su hermano pequeño ahogado en una piscina. Se aloja en el piso 6 habitación 105.
Mientras más escuchaba de esa chica Kenan más quería conocerla.
—Sr. Murphy, explíqueles a estos chicos la propuesta que les tengo mientras yo voy a ver si puedo convencer a la señorita Dábalo.
Él aceptó con la cabeza y comenzó a explicar, mientras Kenan salía del último piso y caminaba por los desolados pasillos hasta el elevador, oprimiendo el botón del piso 6 y con una sonrisa en su rostro, mientras en su mente había una guerra, en su exterior se veía calmado y sereno, al salir del elevador pasa por cada puerta desgastada y color gris del pasillo, observando sin interés los números en cada puerta hasta llegar a la habitación 105. La puerta está cerrada, Kenan levanta su mano derecha para tocar la puerta, pero antes de eso escucha unos gritos.
—¡TÚ MATASTE A MI HERMANA!
—¡¿Qué diablos te pasa?!, ¡YO NO FUI!
Un breve silencio se escuchó en ese momento, luego nuevamente la voz masculina se hace presente.
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Andrew: La Oscuridad Prevalece
Mistério / SuspenseLos monstruos pueden ser reales o falsos, depende de a quien le preguntes. Todos tenemos monstruos que nos aterrorizan, algunos más extraños que otros, podemos tomar el contexto de lo que es un monstruo y adaptarlo a nuestra propia pesadilla. En mi...