Capítulo 27

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Pov's Clay

—Hoy es un día muy triste para todos los presentes, es el día en el que nos despediremos de Claudia Marianne Eaton. Hoy estamos tristes por su partida, pero en el cielo están celebrando la llegada de un ángel más...

No pude evitar reírme en el funeral por lo que el sacerdote decía, la mirada de mi papá estaba sobre mí, mis tías y tíos que vivían al otro extremo del país decidieron venir a ver el funeral, hipócritas. Nunca vinieron a visitarnos desde la muerte de Rhydian y ahora que muere mi mamá ellos vienen. Todos estamos sentados en sillas negras frente al ataúd donde mi madre se encuentra.

—Muestra respeto — mi tío golpea suavemente mi hombro dándome una mirada reprobatoria.

—Tú calladito hipócrita.

—¡Clay! — mi papá dirige una mirada llena de enojo y tristeza hacia mí, decido estar tranquila y sonreír con la boca cerrada mientras le hago una señal al sacerdote para que continúe.

—Todos los que están aquí presentes para honrar su memoria sean bendecidos, Claudia era una mujer llena de vida y muy agradecida por la familia tan increíble que tiene.

Oh por dios, esto es para grabarlo.

No pude evitar soltar otra carcajada a las palabras del sacerdote, nuevamente todos me estaban viendo.

—¡CLAY COMPÓRTATE! — le vena en la frente de mi papá parece que va a explorar.

—No puedo, ¿Sabes por qué?, Lo que dice son puras mentiras — algunas personas bajan la cabeza, tal vez por vergüenza ajena o tal vez por qué saben que tengo razón — ella no era feliz, no estaba agradecida por la "maravillosa" familia que tenía, ella era una mujer destruida, triste, depresiva y muy malagradecida. Siempre fue así desde que su preciado hijo murió, y ustedes lo saben. Así que, por favor padre, continúe diciendo las cosas que ella debió haber sido, por qué si mencionamos las que fue, será un funeral realmente largo, lleno de traumas y desgracias. Tíos, tías, gracias por acompañarnos en este momento, lástima que nunca vinieron a visitarnos y no les importaba mi madre, ahora sigan llorando por favor que me encanta esto de fingir lástima.

—Clay basta.

—No tía, no intentes detenerme como si te importara, es más, soy mejor que ustedes en esto de fingir tristeza.

Me levanto de la silla y me pongo junto al ataúd de mi madre, le hago unas señas al sacerdote para que tome asiento y éste, muy confundido, toma mi lugar en la silla.

—Claudia... Era una mujer extraordinariamente agradable, todo el mundo la amaba, siempre estuvo ahí cuando la necesite y nunca dejó de amarme, siempre se preocupó por mi salud, salíamos cada viernes de compras y papá era quien rezaba en las noches de cena familiar. No puedo imaginar mi vida ahora que ella no está, ahora que murió, mejor dicho, que se quitó la vida. Debo agradecer a mi increíble familia, que siempre estuvieron con ella cuando se sentía mal, cuando nadie podía entenderla ellos siempre estuvieron ahí con ella, gracias por preocuparse siempre, los amo con todo mi corazón — sonrío hacia todos los presentes ganándome una variedad de miradas diferentes, enojo, lástima, arrepentimiento entre otras — ya dije lo que hubiera dicho si fuera cierto, empezaría a decir la verdad acerca de ella, pero enserio que esto es agotador. En fin, entierren de una vez al cadáver mientras yo consigo algo para comer, me muero de hambre, papá te veo en la casa, a los demás... No se aparezcan, hasta aquí llegó su relación con nosotros.

Me coloco los lentes de sol y comienzo a caminar lejos del lugar, el cementerio es bastante grande por lo que tengo mucho que caminar hasta la salida, decido parar por unos segundos y respirar lentamente, odio esto.

Andrew: La Oscuridad Prevalece  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora