Herederos de empresarios prestigiosos, los cuales serán unidos en compromiso sin estar de acuerdo, vidas totalmente distintas, destinos separados volviéndose a unir, caminos diferentes uniéndose con un propósito, adolescentes que serán capaces de de...
La alarma de mi celular comenzó a sonar, despertándome de un cálido sueño, la apagué para intentar conciliarlo, pero fue inútil porque alguien tocó la puerta tranquilamente, pero al ver que no respondía tocó con frecuencia por segunda vez
-Elizabeth, vamos tienes que despertar- anunció Margaret ingresando sin permiso a mi habitación
-¿Podrías salir de mi habitación... por favor?- pedí con voz pesada cubriéndome aún más con las sábanas
-Lo siento, pero hay muchas cosas por hacer- dijo jalando mis sábanas dejando a la vista mi pijama celeste de dos piezas
-Espérame abajo, iré a cambiarme- pronuncié levantándome arreglando mis cabellos y notando que apenas salía el sol
-Está bien, solo procura no demorarte- respondió saliendo de mi habitación
Me tomé el tiempo que necesité para arreglar mis cosas y ambientar mi habitación, bajé viendo a Margaret en el jardín notando las flores que florecían recientemente, pero en cuanto notó mi presencia se despidió y me habló.
-No me sorprende que hayas mejorado tu elección de vestuario adecuado para cada ocasión, pero no importa eso por ahora- mencionó con serenidad- llamaré a tu chofer para irnos
-¿A dónde?- pregunté siendo tomada del brazo por ella para dirigirnos a la salida
-A recoger el vestido que usarás en la fiesta- anunció contenta- supongo que lo tienes listo
-Tienes razón así que apurémonos
[...]
No tardamos tanto en llegar, recogimos el vestido, y decidimos ir a desayunar cerca del establecimiento, después a ver el vestido de mi hermana recordé que mi madre me había dicho que recoja unos papeles de la empresa, así que nos dirigimos a esta, pero el tráfico de hoy hizo que nos retrasáramos.
Estaba cansada, hasta el momento había caminado lo suficiente como para estar agotada, me di un baño relajante y me coloqué el vestido negro, Margaret me maquilló ligeramente, al igual que yo ella estaba de acuerdo que no era necesario aplicar maquillaje y también me ayudó con el peinado, preferí que sea suelto, pero ella insistió en que se vería mejor con unas ondas, así que no pude negarme.
-Tu belleza resalta sin esforzarte por lograrlo Ellie, por eso estás en el Top10 de Las mujeres más bellas de New York- elogió dejando el producto que sostenía, me levanté negando con la cabeza y viéndome al espejo de cuerpo entero para apreciar a detalle las prendas que llevaba puesta.
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-Gracias, pero sabes que eso de ser "La más bonita" no me interesa mucho, a parte tú también estas bella- dije acomodándola para que viera su reflejo en el espejo
