Capítulo 16

1.3K 101 1
                                    

La cabeza me dolía, la luz me golpeaba directo.

Parpadee un par de veces acostumbrandome al ambiente, las sabanas se sentían suaves bajo mi tacto. Reconocí al instane el olor, la textura y me senté sobre la cama, las ventanas estaban abiertas y la brisaba soplaba leve. Cuándo despertaba en la cama de Eros siempre me inhundaba la paz, pero en esta ocasión todo era diferente, viví en carne propia una pesadilla. Me levanté y caminé con sigilo hasta el espejo junto a la puerta del balcón, llevaba puesta uns pijama blanca de una pieza que había olvidado en su departamento, y sobre mi cuello una venda cubría la herida. Me miré horrorizada, el corazón comenzó a latir con fuerza de nuevo.

¿Que estaba sucediendo?

¿Por qué estaba ahí?

Pensé en Aran y me paralicé por completo, ahora él vivía aquí y yo...

- Veo que despertaste - La voz de Eros desde el umbral de la puerta me sobresaltó y mi primer reflejo fue alejarme de él.

-No te acerques - Dije en cuanto se adentró a la habitación, aún recordaba su mirada, sus dientes, el rojo escarlata que cubrió sus ojos cuando me vió.

‐Annelise... - Pronunció demasiado despacio, dando un paso al frente - Debes calmarte - Mis piernas chocaron contra la orilla de la cama.

-¿Quien eres? - Ante mi miedo y desdén, él suspiró con un deje de tristeza y siguió avanzando hasta llegar frente a mí - Alejate, Eros - Traté de retirarme pero el tomó mis muñecas y entre mis movimientos bruscos terminé por caer sobre la cama, con él encima.

-Annelise... - Llamó sin que yo parara de removerme - Annelise - Continuó tratando sin soltarme, sentí como las lagrimas comenzaron a caer mientras intentaba ya sin fuerzas deshacerme de su agarre - ¡Ann! - Pronunció exhaltado soltando mis muñecas y agarrando mi cabeza que estaba ya contra las sabanas. Sus pulgares sobre mis mejillas chocaron contra mis lagrimas - Solo escúchame.

Negué con la cabeza - No quiero escucharte - Mi voz se vió entrecortada por mis emociones, que estaban a la mayor intensidad - No quiero, no quiero - Llevé mis manos a su pecho y lo golpee con la poca fuerza que me quedaba, una y otra vez -No quiero... - Mis manos cayeron a ambos lados de mi rostro cuando supe que no podía retener tanto. Aún después de todo, seguía siendo Eros.

Él en cuanto dejó de notar resistencia me atrajó a él, logrando que me sentara entre sus piernas que parecían acorrucarme contra él, quien no tardó en abrazarme.

Sujeté su polera con ambas manos en puños, dejando que se mojara con mi llanto.

-Aran... -Traté de decir.

-No está aquí y no lo estará - Eso me tranquilizó, me sentí completamente segura cuando llevó su mano hasta mi cabello, acariciandolo. Los recuerdos me venían a flote como torbellinos -¿Estás mejor? - Asentí y separé mi rostro de su pecho, él se encargó de limpiar mis lagrimas con sus pulgares.

-Por favor dime que lo soñé todo - Mi voz se rompió de nuevo, mordí mis labios para evitar que temblaran mientras que los ojos de Eros se enternecieron, con mucho dolor.

-Regresaste a la escuela... - Se estiró por por mi lado derecho, tomando algo de la mesa auxiliar - Por esto - Me mostró el libro entre sus manos, abrió la boca para decir algo pero finalmente la cerró - Aran...

-¿Que son? - Cuestioné antes de que las imagenes volvieran a mi cabeza.

-Mírame Ann - Demandó él tomando mi barbilla con una de sus manos, subiendola para que lo observara - Soy yo, el mismo que estuvo a tu lados estos 6 meses, el mismo que te ha amado todo este tiempo.

-¿Amado? - Interrumpí -¿ A eso le llamas amor?

-Tenía miedo - Respondió - Todo éste tiempo no he dejado de pensar en ti, pero yo también soy esa persona que viste ayer - Sus manos me tocaban con tanta delicadeza que yo misma dudaba que pudiera suportar cualquier tipo de presión - No quería hacerte daño y me alejé de ti - Retuve la respiración - Annelise, me alejé por que mi amor a ti es tan grande que no quería sumergirte en todo esto, en lo que conlleva - No quería escuchar esas palabras, por que después de desearlas tanto me había convencido de que nunca la diría, de que no había ninguna razón - Lamento que hayas tenido que vivir todo esto.

- ¿Cómo puedes decir eso? - Le pregunté de frente, con la mirada perdida en sus ojos - ¿Cómo puedes decir eso después de hacerme sufrir tanto? De que pasara noches enteras llorando, de... - Dejé de hablar por que no tenía mucho que decir, tan solo quería escuchar, y solamente eso, pero antes necesitaba soltarlo todo - No tienes idea de lo que sentí, tú siempre lucías tan seguro, como si nunca te hubiera importado - Reclamé, las lagrimas siguieron apareciendo, estaba segura que sería un día con mucho llanto - Me sentí utilizada, despreciada... Yo te amaba - Antes de que pudiera terminar esa palabra él me besó, ni siquiera pude sospecharlo cuando sus labios ya estaban contra mí, no lo correspondí.

-No lo hagas - Susurró a un centimetro de mí, con nuestras frentes apoyadas - No hables de nosotros en pasado.

No sabía si podía olvidar todo tan rápido, no sabía si algún día lo haría o si quería hacerlo.

-Yo te amo - Dijo y nuestras narices se rozaron, mi mejilla seguía apoyada a la palma de su mano, no fui capaz de decir nada y tan solo junté nuestros labios, sin poder soportar más tiempo así.

No sabía que sucedería mañana. Ni siquiera sabía si lo que haría al salir de ahí era alejarme para no regresar nunca.

Solo sabía que quería olvidarme de todo un momento, regresar a cuando no había pasado nada y seguía junto a él. Cuándo no sabía que era.

Fue facil rodear su cadera con mis piernas e intencificar el beso, lo necesitaba.

Él me recostó en la cama y siguió con el beso que deseaba no terminara nunca. Pero después de un rato nos separamos. Nuestras miradas fueron tan intensas, tan ansiadas, tan profundas que nada hubiera podido separarnos en ese momento.

Ambos lo necesitabamos.

-Te extrañé... - Susurré antes de que su boca volviera a devorar mis labios.




Tentación a media noche [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora