Un mes después.
Tuvieron que transcurrir 30 días para que las actividades en la escuela pudieran retomarse de nuevo, no era algo que me emocionara.
Estaba seguro que el atentado había sido causado para mí, no quería poner en riesgo más vidas pero la insistencia era grande, y no podía simplemente irme y dejarlos a su merced, ni a ellos... ni a ella.
Durante estas semanas tuve una búsqueda exhaustiva para dar con el responsable y encontrar la razón de sus actos, pero fue inútil, tan solo logramos adentrarnos un poco en la situación.
No me confiaba, y aunque Aran me mostró su fidelidad en cada enfrentamiento, había algo que no me dejaba tranquilo. No respecto a Aran, si no a la facilidad con la que habían acabado las cosas.
Como fuera, ya habían dado la noticia de que en unos días comenzarían las clases de nuevo. Quien provocó el ataque fue inteligente, pues también colocó explosivos en edificios al rededor de la escuela. Lo habían tomado como un ataque al país entero, nada relacionado con la escuela.
Pese a ello, sabía que no podía garantizar seguridad sin atrapar a los culpables, para el mundo humano bastó con incriminar a los tipos que siguieron a Annelise el otro día.
Terminaban siendo culpables, y merecedores de carcel. Al descubrir que tenían dos demandas por acoso sexual, se me estrujó el alma al pensar que pudieron haber sido tres.
Salí del salón de reunión apenas terrminaron de hablar, el gobierno estaba ansioso por terminar los rumores del atentado, la mejor manera para calmar a la gente era retomando el curso cotidiano de las instituciones afectadas, y me ví contra las cuerdas, ¿cuantas sospechas podría levantar negarme?
Así que salí de la escuela, con los directivos y políticos varios metros detrás de mí.
No sabía en que momento había perdido el control de las cosas. ¿Por qué dejé que la vida tomara ese rumbo?
En el estacionamiento encontré la respuesta.
En el camino a mi auto una figura asomándose por las puertas de la escuela llamó mi atención, y reconocía ese cabello donde fuera.
Annelise después de observar sigilosa por la puerta, se dirigió a la puerta trasera, en la otra calle de la esquina en donde se enconrraba la escuela y un no muy transitado sitio.
La escuela estaba en uno de los mejores puntos de la ciudad, más seguros y lindos. Pero después de un atentado a nadie le apetece caminar por aquí.
Me acerqué a ella cuando intentaba observar por las rejas que marcaban inicio a el patio de la escuela.
-¿Eso que detecto en ti es un deseo suicida? - Ella se volteó exaltada, pero su mirada se relajó en levedad cuando se dió cuenta que se trataba de mí. Aún así su respiración se hizo pesada.
Buscó respuestas en el suelo, mientras abría y cerraba la boca, se determinó después de un momento - Hay algo extraño en todo esto - Dijo firme pero sin mirarme a los ojos - Yo solo... pensé que era muy pronto para regresar. Quería investigar - Seguramente habría continuado hablando, pero se calló al instante en el que me recargué en la pared, con los brazos sobre su cabeza y ella cubierta por mi cuerpo, el cual solo se separaba por centimetros.
Ella me observó con atención, confundida. Podía escuchar a su corazón acelerarse, el olor de su sangre.
-¿No querrás que arruinen tu misión de espionaje o sí? - Ella observó a su derecha, la carabana de autos del gobierno pasó al lado de nosotros sin tomarnos mucha atención, cuando desaparecieron de su vista me aparté y la tomé de la mano comenzando a caminar hacia el estacionamiento.
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Tentación a media noche [Completa]
RomanceNo era destino, se trataba más bien de un capricho, deseo carnal y una atracción desenfrenada que lo hacía adicto a la piel de esa mujer.