Daughter Of Batman ★ Bat-Family

Capitulo 18

*La mañana siguiente*

Desperté en mi suave cama, cubierta por las sedosas y calientes sabanas. Apoyando mi cabeza en la esponjosa almohada... No, la verdad es que no. Anoche me quede dormida sobre el escritorio, mientras planeaba como entrar en la guarida de Batman. Al estirarme mis huesos hicieron ''Crack''. Ay, otro lindo día de infierno ha comenzado.

Tal como dije anoche, hoy será un infierno. Apenas puse un pie fuera del auto todas las miradas cayeron sobre mí. Me saludaban y hablaban como si nos conociéramos de toda la vida. Ahora si son simpáticos conmigo, idiotas. Todo el día fue así, cuando empecé a hartarme subí a la azotea.

Damian: Que trate de llevarme bien contigo no significa que quiera tenerte cerca todo el tiempo –me gire hacia un costado, encontrándolo ahí dibujando algo en el mismo cuaderno de siempre. Estaba sentado en el suelo, desinteresado de lo que pasa a su alrededor.

Yo: ¿Qué estas dibujando? –me acerque hasta estar a su lado, sentándome a una distancia prudente.

Damian: No te incumbe –alce la mirada. Son bocetos, asombrosos bocetos... Esperen.

Yo: Fuiste quien dibujo el retrato de Talia ¿No? –no hablo, solo emitió un leve sonido afirmativo. Me quede ahí, en el suelo, en completo silencio... Incómodo. De repente recordé el encuentro que tuve con el niño de ojos azules en la anterior escuela, reí por el recuerdo. Que sociable me he vuelto en un par de semanas. No sé cuánto tiempo estuvimos ahí, él concentrado en sus dibujos y yo en un libro.

Damian: Si quieres que nos llevemos bien tienes que superar ese estúpido miedo a los animales –levante la mirada del libro

Yo: Es a los perros –corregí.

Damian: Como sea... Hoy, en el establo después del almuerzo –se levantó dejando sola. ¿El establo? Ahí es donde...

Yo: No... De ninguna manera –me levante también–. Seguro me encerraras ahí con tu... perro todo el día –rio divertido y malicioso.

Damian: No es divertido si sabes lo que hare –se fue sin más.

No hace falta decir que estuve nerviosa y con los pelos de punta todo el día. Pensar en estar con ese animal, me hacía desear saltar por la ventana ahora mismo, estando en el cuarto piso. Cuando más se acercaba la hora de volver a casa más nerviosa me ponía. Trato de ocultarlo. No pienso dejar que me vea débil porque no lo soy. Cuando se llevó la hora tenía el corazón subiéndome por la garganta. Alfred nos llevó a Damian y a mí, Tim tenía cosas que hacer y se fue en su moto. En el auto no deje de jugar con mis manos, mi respiración se agito a medida que nos adentrábamos a los terrenos de la mansión. Fui directamente a mi habitación. No quiero salir de ella nunca, prefiero morirme de hambre. Aunque claro, al final tuve que salir prácticamente obligada por Alfred, y almorzar. Apenas pude terminar la comida. En la mesa solo estábamos Damian y yo. Tim no había llegado y padre tenía una junta importante. No fue la cosa más agradable del mundo que cierta persona dijera uno que otro comentario sobre de lo que se acercaba. Apenas terminé con el último bocado salí corriendo a mi habitación, no bromeo. Corrí como si el demonio me persiguiera, cosa que al mirar atrás resulto cierta, Damian corría detrás de mí. Apresure el paso, pero antes de llegar a las escaleras logro atraparme.

Daiman: Huir es de cobardes –forcejee, pero es imposible soltarme. Me tiene agarrada con una llave. Me saco de la mansión arrastras. No deje de luchar por soltarme, más cuando divise el establo.

Yo: ¡Suéltame! –grite a la vez que con las piernas impedía el paso al establo. Trate de soltarme incluso de morderlo, pero no funcionaba. Al final me dio una patada en las piernas y me tiro al establo. Caí de boca contra el suelo y pasto. Escuché como la puerta se cerraba con fuerza, pensé que me había dejado encerrada, pero al voltear lo encontré de pie frente a la puerta. Lo mire enojada.