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Corrió lo más rápido que podía, salto aquellas vallas que habían en el camino y se arrastro por el suelo intentando no lastimarse con los alambres de púas pero no fue fácil.

Se levantó rápido para seguir corriendo hacia esa pared con una soga a la cual se agarro para trepar y bajar, volvió a saltar vallas y se agarro fuertemente de una soga que le llevaba a otro, formaban una fila para pasar por encima de aquel suelo lleno de lodo.

Al llegar apoyo sus manos en su rodillas, ya estaba cansada y faltaba unos obstáculos más para saltar, miro a su lado y vio a su mejor amiga saltando con una sonrisa, miro hacia atrás y vio a Enzo caer al lodo.

Aquel chico se quedo acostado sin moverse y sin pensarlo se metió a aquel lodo para sacarlo y ponerlo en la orilla, al girarse para seguir con la poca energía que tenía recibió un patazo de aquella persona que salvo haciendo que cayera de cara al lodo.

Chae: ¡¿Que te pasa?!.- grito al levantarse y limpiar lo más que podía del rostro.

Enzo: No necesito tu maldita ayuda, puta.

Chae: Eres un idiota.

Enzo: No le des la espaldas a tus enemigos, a caso ninguna de tus tres mamis te enseño eso.

Chae: Pudrete.

Siguió avanzando antes de que el entrenador los regañara, al llegar se sentó en el suelo a lado de sus dos amigas.

Tzuyu: ¿Estas bien?

Chae: Sí.

Amber: Eres la mejor, lo ayudaste a pesar de todo lo que te ha hecho.

Chae: Ustedes hubieran hecho lo mismo.

Tzuyu: No.

Amber: Sí, es un compañero y no importa que tan mal nos traté mal tenemos que ayudarlos.

Tzuyu: Espero que hacerlo no nos cueste la vida en batalla, viste como la pateo después que te asegura que cuando ayudes a él o a sus amigos no te claven la espada.

Amber: Bueno si lo ves así es complicado.

Chae: Ya quiero llegar a casa para ducharme y descansar.

Tzuyu: Yo igual.

Amber: Un mes más y termina nuestro entrenamiento.

Chae: También el año.

Tzuyu: Se ha ido muy rápido los días.

Las dos asintieron y se levantaron rápidamente cuando el entrenador se puso delante de ellas.

Entrenador 2: Ayudaste a tu compañero en peligro y ustedes fueron lentas solo para que sus compañeros no quedarán tan atrás, han hecho un buen trabajo, pueden regresar a casa.

Se despidieron y cada una regreso a casa con su mejor amiga que querían curarlas.

Al salir de bañarse se sentó en el borde de la cama para que la pelirosa curara sus heridas.

Tzuyu: Auch...

Sana: Mira quien es la llorona ahora.

Tzuyu; No lo soy...

Sana: Entonces no digas nada mientras te curo.

Tzuyu: Harde...- dijo al sentir el algodón mojado con alcohol en la herida de su hombro.

My princessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora