En la salida de clases, Martín se apresuró a ir a la puerta donde busco a su padre, llevándose una grata sorpresa al verlo esperándolo ahí.
-Papá! Si viniste y temprano. Añadió bromeando con su padre.
-Te dije que lo haría hijo, debes confiar más en tu padre; dijo sonriente, pero ahora necesito que me acompañes a un lugar antes de que vayamos a casa.
-¿A dónde? Papá quiero que vayamos a casa, tengo hambre; dijo mintiendo Martín, no le gustaba estar en su casa, pero odiaba aún más ir a ese tétrico lugar al cual lo solía llevar su padre, lugar del cual había notado que salía con el humor cambiado, por lo que normalmente llegaba enojado a casa.
- Hijo vamos por favor, dijo, sacando del interior de su casaca un pequeño oso de peluche, el cual entrego a Martín, que no se contenía de alegría; puesto que no solía recibir muchas cosas de sus padres.
Caminaron de camino al hospital, no quedaba muy lejos de su colegio y a ellos dos les encantaba caminar por la acera conversando. Cuando estuvieron cerca Martín se entristeció recordando que cada que llegaban su padre entraba a un salón y él se quedaba esperando afuera por un tiempo que le parecía interminable.
Al cabo de unos minutos llegaron, una vez dentro Carlos le dijo a su hijo, - por favor no te impacientes mucho, puede que hoy demore un poco más pero ya no pienso volver más a este lugar.
Las palabras aunque entristecieron a Martín, le dieron en el fondo cierto consuelo, esperando que fuera cierto que ya no tendría que pisar ese tétrico lugar nuevamente.
-Está bien te esperare sentado aquí, apúrate por favor.
-Lo prometo, dijo, mirándolo con cierta tristeza, sabiendo que esta vez demoraría mucho más; se dio la vuelta y atravesó la puerta sin mirar atrás.
Martín espero, alrededor de una hora, ya era más de lo que solía esperar pero no sintió que fuera para alarmarse, hasta que de pronto vio entrar a su mamá al lugar donde estaba él.
-Nos vamos ahora Martín, dijo con los ojos empañados y la voz quebrándose.
-No mamá, él volverá, tenemos que quedarnos!
-Martín él no va a volver, dijo mirando fijamente a los ojos de su hijo. Martín ya empezaba a quebrarse y no sabía bien que pasaba, su papá siempre volvía por él, ¿porque esta vez sería diferente?
-No! Dijo quedándose quieto sin avanzar más, mientras su mamá intentaba jalarlo por el brazo. -Él lo prometió mamá, lo prometió...
-Nos abandonó entiende, soltó de un grito, el cual basto para que Martín deje de oponerse y con los ojos completamente empapados caminaba arrastrado por su madre, mientras entraban a un taxi.
ESTÁS LEYENDO
A través de mí
Short Story¿Cuánto se conoce uno a sí mismo? ¿Cuáles son los límites que nos impulsan a actuar de una manera en la que nunca hubieras imaginado? Conoce lo que hay a través de mí.