CAPÍTULO 21

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Pasaron cuatro meses, pero para Martín habían sido solo 4 horas; había estado tan feliz esos meses que sintió el tiempo volar. Por su lado Carmen permaneció triste y con un humor terrible por varias semanas, lo que causo que se alejara demasiado de su hijo, el cual constantemente intentaba conversar con ella. Finalmente accedió a hablar y una noche se quedaron hasta tarde donde pudieron conversar todo, ella confeso sentirse triste con lo ocurrido y que había decidido que dejaría su trabajo para cambiar de aires y se presentaría a otro lugar la siguiente semana.

-Me parece lo mejor mamá, sabes que puedes contarme las cosas que pasan; te vi muy poco todo este tiempo.

-Las cosas cambiaran hijo, ahora quiero que tú también cambies; pasas demasiado tiempo fuera y llegas más tarde cada noche. Dijo Carmen mirando fijamente a su hijo.

Martín estaba frecuentando muchas fiestas a las que iba junto a Sofia y Lucas, cosa que era inusual en él antes y hacia pensar a Carmen que todo esto era por Sofia.

-Si mamá pasaré más tiempo aquí, solo que… no es por culparte, pero me sentía bastante solo estando en casa. Respondió Martín, lo único que lo alejaba de la felicidad era su aún inestable relación con su madre.

-Lo siento mucho hijo…

Ambos se abrazaron y Martín esperanzado, deseaba dentro de él que estaba vez las cosas con su madre mejoren de verdad y no recaiga tan pronto nuevamente.

Al día siguiente Carmen se dirigió a su trabajo totalmente decidida de renunciar, se despidió de su hijo y quedaron en verse temprano en la noche. En la tarde Carmen regreso a casa mucho más tarde de lo que habían acordado, ahí se encontró a Martín, quien había estado esperando durante varias horas hasta el punto que se quedó dormido en el sofá.

-Hijo despierta. Dijo Carmen mientras intentaba despertar a Martín.

- ¿Mamá? Respondió con la voz rasposa al despertar. ¿Qué pasó, porque demoraste tanto?

-Hijo seré sincera contigo y te lo diré sin rodeos. Volví con Gabriel.

A través de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora