CAPÍTULO 7

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Ya era la 1 am, cuando Martín se acordó lo que había hablado con su madre, por lo que intentó salir de ahí rápidamente; le explicó a Lucas el cual entendió y accedió a irse con él en ese momento. Empezaron a despedirse de todos del grupo, y cuando se disponían a salir vieron a Sofia que venía hacia ellos.

-Chicos ¿A dónde van?

-Martín tiene que… tenemos que irnos. Respondió Lucas acordándose que había acordado irse con él.

-Pero ¿Por qué no se acercaron en toda la noche? Dijo Sofia un tanto molesta y decepcionada.

-Estabas con tu enamorado y no queríamos incomodarte. Respondió Martín.

-¿Enamorado? ¿Jason? Para nada, es solo un antiguo amigo. Yo estoy soltera. Añadió Sofia riéndose de tal confusión.

Martín y Lucas se miraron, se habían apartado por nada, pero lo que era aún más importante para Martín era el hecho de que si su amigo seguiría dispuesto a echarse para atrás con Sofia, sabiendo ahora que estaba soltera.

-Bueno vámonos entonces, la verdad es que no quiero irme sola.

Ellos asintieron y los tres salieron de ahí, camino a sus respectivas casas. Toda esta conversación había hecho a Martín olvidar la prisa que tenía, por lo que al paso que iban terminaron llegando mucho más tarde a sus casas y estando los dos amigos aun ebrios.

-Yo me quedo aquí. Dijo Lucas, deteniéndose en su casa. -Sofía por favor cuida que no se quede dormido. Decía entre carcajadas, mirando a Martín.
 
Lucas fue el primero en irse, debido a que su casa era la que quedaba más cerca a la fiesta, se despidieron y prometieron que volverían a salir.

-Sin malentendidos a la siguiente. Bromeaba Lucas mientras Martín y Sofia empezaban a alejarse.

Continuaron caminando por la pista, las calles estaban vacías y empezaba a reinar el silencio entre ellos, Martín que notaba cierta incomodidad preguntó. - ¿Entonces no nos viste en toda la noche?

-Claro que sí, los vi tomando toda la noche. Le respondió sonriente, mientras continuaban caminando.

-¿Y porque no te acercaste?

-Yo los invite, ¿tenía que acercarme también?

Las preguntas parecían no ayudar, Martín notaba que la incomodidad en el ambiente seguía incrementando; hasta que llegaron a su casa. Las luces aún estaban prendidas pro lo que supuso que su madre había llegado hace poco.

-Bueno tengo que irme, ¿Quieres que te acompañe? Preguntó Martín.

-No es necesario, después de todo solo vivo 4 casa más abajo. Respondió con un tono serio. –Nos vemos el lunes, y deja de confundirte. Dijo bromeando.

-Me alegra que haya sido solo una confusión. Añadió Martín, antes de que Sofia continúe caminando.

-¿Ah sí? ¿Por qué? Sofia miraba a Martín con una sonrisa.

-Creo que me gustas… Bueno si me gustas. Martín se sentía avergonzado por la peor declaración que había hecho en toda su vida, pero el alcohol no ayudaba a que hable con mucha coherencia.

-Sí, también yo creo. Añadió Sofia mientras se echaba a andar.

- ¡Espera!

Sofia se detuvo y volteo a ver a Martín. Él se acercó, miro sus ojos claros y dijo. –Sí, estoy seguro, tú me…

Las palabras se detuvieron cuando el sintió a Sofia tan cerca y le dio un beso. El tiempo parecía detenerse, se alejaron y Sofia lo miro con una leve sonrisa.

-Hasta luego. Dijo y empezó a caminar, Martin se quedó parado viéndola, feliz por lo que había pasado, hasta que recordó que se le había hecho tarde. –¡No, joder! Lo olvidé totalmente. Se dirigió corriendo a su casa y al entrar vio a su madre sentada en el sofá de la sala.

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