CAPÍTULO 12

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Martín se sorprendió, esto le alegraba pero también se entristecía al recordar que ya no se hablaban. Antes de que pueda pensar bien que hacer, se dio cuenta que se estaba dirigiendo hacia ella, lo cual duro poco pues se vio que ella se dirigía hacia su grupo.

-Hola Sofia… ¿Cómo has estado estos días?, no te vi mucho por la UCE.

-¿No mucho? Ni intentaste hablarme luego de eso. Estaba molesta pero sus ojos reflejaban cierta tristeza que él noto rápidamente.

-Lo siento, no sabía si querías que te hable más bueno tampoco te vi en el paradero pensé que me evitabas.

-Estuve enferma y no intentaron llamarme, recién hoy fui a clases, por cierto tienes una cara de tristeza fatal cuando vas solo. Dijo riéndose.

¿Entonces si me viste en el bus? Preguntó Martín, alegre de que finalmente pudieran conversar con mayor soltura después de tanto tiempo.

-Si claro, estuve a dos asientos de ti, como no iba a hacerlo. Su mirada había cambiado se notaba claramente que ya no estaba enojada o al menos ya no tanto. –Bueno tengo que irme, vine a recoger a mi prima pero veo que ya no está aquí.

-¿Quieres que la busquemos?

-No, está bien. Seguramente se fue con su enamorado, vinieron juntos.

-¿Entonces nos vamos? Pregunto Martín mirando a la puerta.

-¿Y Lucas?

-Él está bien créeme. Dijo riéndose mientras señalaba a Lucas el cual se encontraba mucho más apegado a Mayra.

Ambos se rieron un rato y fueron a despedirse de Lucas, quien no tuvo problemas y dijo que mejor no lo esperaran porque la fiesta para él acababa de empezar. Se despidieron entre risas y quedaron en llamarse más tarde.

Martín y Sofia tomaron un taxi, llegaron a la casa de ella y se despidieron cálidamente con un abrazo, ambos se veían alegres pero Martín ya no sabía si debía acelerar las cosas como antes, así que solo se despidió y se dirigió a su casa.

Él ya estaba por llegar a su casa, se encontraba en la acera; cuando se detuvo al ver que sus luces se encontraban prendidas aún.

-Mamá… esperándome otra vez. Pensó. Abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa cuando al entrar vio a Gabriel y a su madre sentados en la sala.

A través de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora