A través de mí

CAPÍTULO 3

Todo ese mes Martín se la paso muy callado, puesto que su madre nunca le daba mayores explicaciones por lo que él, empezó a sentir que todo fue idea de ella, no había otra respuesta; ¿Por qué nos habría abandonado? Seguramente fue mamá que ya no lo quería con nosotros, se decía así mismo.

El año transcurrió sin que Martín supiera nada sobre su padre y solo su resentimiento se alimentaba con el tiempo, que solo le hacía creer que era verdad todo lo que había pensado en los últimos meses.
Reafirmo todos esos pensamientos cuando su madre, al ser aún alguien joven empezó a verse con hombres, los cuales desagradaban completamente a Martín y él no sentía en ellos más que desprecio y se sentía traicionado por su madre.

Pasaron los meses y Carmen empezó a beber y descuidar a su hijo, él cual empezaba a tener menos contacto con ella. Cada que quería intentar acercarse a ella y pedirle que se quede con él, solo escuchaba las vacías palabras de su madre diciendo. -No Martín, lo siento tengo, tengo cosas importantes que hacer. Palabras que se clavaron en su memoria y acrecentaron su resentimiento.

Con el tiempo Carmen volvía más y más tarde; Martín ya sabía que su mamá se iba con otros hombres, cosa que le quito las ganas de querer tenerla cerca.

Ese modo de vida se había convertido en una rutina para ellos, donde él ya se estaba resignando a que no obtendría ninguna explicación sobre lo ocurrido. Hasta que un día recibió una noticia que lo dejaría totalmente fuera de sí.

Su mamá había llegado muy mareada de una de sus salidas con sus pretendientes, la cual fue imposible de ignorar por su hijo, debido al gran ruido que causo su llegada a la casa, sus llantos y quejidos despertaron a Martín que a esas horas ya se encontraba durmiendo, fue rápidamente a ver qué pasaba con su mamá. Entonces ahí la vio, estaba llorando algo que era muy poco común de ver para Martín, intento acercarse sin llamar su atención, y se puso a escuchar.

-¿Por qué te has ido?, tonto, reaccionaste muy tarde, ahora solo quedamos nosotros y no sabes cuánto me haces falta.

-¿Cómo puedes decir eso?, sobre que tú lo echaste! Interrumpió de golpe en la habitación Martín, que estaba totalmente furioso, y que a pesar de ser niño tenía un carácter muy impulsivo.

Carmen levanto su mirada rápidamente y vio a su hijo ahí, se acercó y le dijo a la vez que abría sus brazos para abrazar a su hijo. -Tu padre está muerto.

Las palabras dejaron mudo a Martín, que no hizo más que caer en los brazos de su madre, la que lloraba fuertemente. En su interior habían tantas dudas, pero ya no quería respuestas a nada, algo en él se había roto en ese momento, se sentía culpable de haber odiado a su madre todo este tiempo y la vez volvía enojarse por decírselo recién, él en su interior sospechaba de que esto pudo haber pasado pero se había negado con tantas fuerzas a creerlo, que el escucharlo confirmado ahora, lo dejaba partido y sin saber que sentir.