CAPÍTULO 9

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El domingo todo empezó con normalidad, Martín desayuno con su madre y no hubo discusión alguna; al terminar, recibió una llamada de Lucas preguntando si todo había ido bien.

-Ey Martín, ¿Qué tal? ¿Llegaste bien?

-Si… Todo bien. Martín estaba considerando si debía o no, contarle lo que sucedió con Sofia anoche.

-Ahora dime que pasó con Sofia. Dijo directamente Lucas sin mucho rodeo.

-Creo que estamos. Respondió entre risas. Martín suponía que era eso, aunque no estaba seguro de lo significó exactamente lo sucedido para ella.

-¿Crees? Preguntó Lucas. –Vamos, ya cuéntame todo.

-Bueno nos besamos, y hablamos ciertas cosas, así que sí. Martín dudaba pero prefería no dar muchas explicaciones a Lucas, aunque se alegraba de realmente a su amigo no le molestaba en lo absoluto.

-Joder cuantos detalles. Añadió riéndose. –Ven hoy a mi casa, estaré libre.

-No creo poder… estaré ayudando en casa hoy, nos vemos mañana; intenta no hacerme esperar mucho.

Los dos amigos se rieron y luego de hablar un rato más cortaron. El día continuo con normalidad en la casa de Martín, su madre seguía de buen humor por lo cual fue un día bastante alegre para ambos; se pasaron el día conversando y vieron una película. Al terminar cada quien volvió a sus asuntos, y en la mente de Martín volvía a pasar Sofia, pensó en escribirle; pero finalmente decidió no hacerlo, creía que lo mejor era conversar en persona.

Llegó el lunes, como era costumbre, Martín pasó por la casa de su amigo; fue grande la sorpresa al ver que esta vez Lucas ya estaba listo esperándolo a él.

-Que milagro es este, ¿seguro que estas bien? Dijo bromeando Martín.

-Tampoco te acostumbres. Ambos estaban riendo, hasta que Martín se quedó callado al ver que Sofia se acercaba hacia ellos.

-Mira Martín, tu enamorada, cosa que logro escuchar ella que ya se encontraba cerca.

-¿Hola? Dijo Sofia, saludando a ambos, sin embargo su mirada se dirigía a Martín, y no estaba precisamente alegre.

-Hola Sofia. Respondió él, seguido por Lucas que hizo lo mismo.

-Olvidé unas cosas en casa, vayan sin mí; nos vemos luego. Sin decir más, se fue directamente. Lucas se quedó viendo fijamente a Martín, quien sabía que ya habían descubierto su mentira; aunque él no lo había dicho con esa intención.

-¿No es tu enamorada, cierto?

-Ya no preguntes.

Martín que se sentía muy incómodo, sin decir más se echó a andar; a Lucas le hizo mucho gracia, pero al ver que Martín estaba realmente incomodo, prefirió ya no decir nada al respecto.

Llegando a la UCE se separaron, ese día no tenían clases juntos, lo cual fue un alivio para Martín, que solo esperaba que Lucas olvide rápidamente lo sucedido.

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