Carmen se quedó fría al terminar de leer el mensaje, sabia que algo así podría estar cerca, pero se había esforzado con todas sus fuerzas a no ver la verdad, sin embargo, ahora ya no había otra salida, la verdad golpeo su cara de repente; quedando con vergüenza, miedo, ira y soledad.
Todo ese silencio desapareció con el sonido de su celular destruyéndose cayendo fuertemente contra el piso, Martín noto rápidamente el estruendo, por lo que fue corriendo al cuarto de su madre a ver que estaba ocurriendo, se encontró con la imagen más triste que había visto de ella hasta el momento. Se encontraba Carmen llorando de rodillas en el piso al lado del celular, su cara de enojo particular en ella había desaparecido por completo, ahora solo se percibía miedo y dolor en cada lágrima, así quedaba ahora; totalmente derrotada.
-Mamá! ¿Qué sucedió? Pregunto Martín preocupado.
-Tenias razón hijo, todo este tiempo tenias razón, fui una… Las palabras ya no podían salir de la boca de Carmen que se ahogaba en llantos. -Todo lo que dijiste fue verdad, nunca me quiso y no volverá nunca.
-Ese idiota… mamá… siento mucho escuchar eso. Respondió Martín que no sabía bien que responder ante esta situación, puso de pie a Carmen y la abrazo intentando calmarla, sin mucho éxito. -Yo estoy aquí para ti y siempre lo estaré mamá…
Martín se quedó con ella hasta muy tarde, conversando y escuchando las historias de su madre sobre cómo había sido traicionada. Se fue a su cuarto solo cuando Carmen se durmió.
Al día siguiente Martín falto a la UCE, se quedo con ella todo ese día; cocino y se encargo de hacerlo compañía, sin embargo, sabía que no podría hacer esto todos los días, por lo que intento animarla durante toda la mañana y en la tarde intento conversar con ella sobre lo ocurrido.
-Mamá prométeme que estarás bien cuando me vaya y que volverás a tu trabajo… Por favor, me duele verte así.
-Estaré bien hijo. Dijo sin darle mucha importancia al asunto.
Martín permaneció observándola.
-Lo prometo. Añadió entonces Carmen.
Pasaron los días y al comienzo todo parecía ir bien, Carmen iba a su trabajo con total normalidad y Martín al llegar de la UCE la veía ahí tranquila y ocupada en sus asuntos, encontrándose principalmente para la hora de la cena puesto que ahora Carmen se quedaba en su trabajo hasta más tarde.
Parecía que ya los problemas habían quedado atrás, hasta que un día Martín al llegar a su casa encontró a su madre completamente ebria y volviendo a llorar, con todos sus papeles esparcidos en el suelo de la sala.
- ¿Mamá, que sucedió?
-Lo siento Martín, renuncié a mi trabajo. Respondió Carmen avergonzada.
-Pero si todo iba bien ¿Por qué?
-Todos se enteraron lo ocurrido, había muchos rumores en la oficina sobre lo ocurrido, ya no podía más hijo; las miradas, los comentarios y toda esa burla que se hizo de mí, fue demasiado.
Martín se quedó en silencio, sabía que desde que murió su padre, su familia dependía únicamente de su madre y aún con ella trabajando la situación era difícil, las cosas ahora serian peor. Pero ¿Cómo pedirle que aceptará ese ambiente? y toda esa porquería por culpa de ese sujeto.
-Esta bien mamá, ya encontrarás otro trabajo, hiciste lo mejor. Dijo tratando de quitarle la culpa.
Carmen seguía sin responder nada.
-Tengo un dinero guardado. Añadió Martin. -Podemos apoyarnos con eso un tiempo.
-No hijo, yo me encargare, conseguiré otro trabajo. Repuso Carmen rápidamente.
-Déjame apoyar a la casa mamá, por mi no hay problema. Respondió con una leve, pero sonrisa.
-Gracias Martín, gracias…
ESTÁS LEYENDO
A través de mí
Short Story¿Cuánto se conoce uno a sí mismo? ¿Cuáles son los límites que nos impulsan a actuar de una manera en la que nunca hubieras imaginado? Conoce lo que hay a través de mí.