CAPÍTULO 4

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10 AÑOS MÁS TARDE

-Nos vemos luego mamá, ya me voy a la universidad. Dijo Martín mientras salía de su casa, giro a ver su mamá que se encontraba en el celular.

-Probablemente no vuelva temprano hoy. Respondió sin levantar la mirada.

-¿Otra vez saldrás con ese sujeto mamá?

Carmen había estado saliendo con su jefe en los últimos meses, lo que no le agradaba para nada a Martín, así que decidió irse sin decir más.

-Son asuntos de trabajo, no lo entenderías.

-Si mamá, claro. Se dijo dentro de sí, mientras cerraba la puerta y se dirigía camino a clases.

Casi todos los días, antes de clases, solía llamar a Lucas, quien era su vecino desde hace 4 años y también su mejor amigo. Ambos estudiaban en la misma universidad, por lo que solían ir juntos a menudo.

No había obtenido ningún mensaje de Lucas ese día, por lo que intento llamarle. Como era costumbre, le contestó rápidamente.

-Martín vas a matarme...

-¿Te dormiste verdad?

-Que bien me conoces. Añadió echándose a reír. -Espérame por favor...

Martín se lo tomo muy bien, sabía que la puntualidad no era algo propio de su amigo; soltó un par de risas. -Está bien pero quiero que lleguemos al menos para despedirnos de la maestra. Dijo riendo.

Terminaron la llamada sin más y Martín se quedó esperando sentado bajo un árbol que había fuera de la casa de su amigo, distraído, se sumergió en sus pensamientos, hasta que escuchó pasos acercándose a él, pensó que era Lucas, lo cual pronto descartó al escuchar una suave voz.

-Hola, disculpa, pasa por aquí el carro hacia la UCE (Universidad donde estudiaba Martín).

La mirada de Martín se quedó perdida por un momento, hasta que la chica volvió a hablar.

-Me acabo de mudar ayer y no conozco muy bien el lugar...

-Claro. Repuso Martín ahora con rapidez. -La parada es un poco más arriba, puedo acompañarte si quieres, es lo menos que puedo hacer ahora que somos vecinos. Dijo sonriente.

-¿En serio? Se notaba que le alegraron las palabras de Martín. -Entonces vamos ahora.

Martín se puso de pie con una sonrisa inusual en él, justo cuando empezó a andar, apareció Lucas.

-Martín disculpa, por hacerte esperar tanto. Dijo algo agitado por la prisa que traía. -¿No nos presentas? Añadió.

-Sí, si claro, ella es... Se dio cuenta entonces que no sabía el nombre de la chica que tanto le había llamado la atención, y a la vez renegaba de haber despertado a su amigo.

-Sofía, respondió ella presentándose sola, pero manteniendo la sonrisa de hace un momento.

-Lucas, se presentó rápidamente; dando por hecho que Martín ya la conocía.

-¿Y tu vecino?

-Martín. Dijo rápidamente aunque avergonzado.

La incomodidad duró poco puesto que Lucas entendió que Martín estaba sintiéndose muy incómodo en esa situación; los tres terminaron riéndose, lo cual le dio un gran alivio a Martín y se dirigieron a la UCE.

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