CAPÍTULO 5

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Al llegar a la UCE se separaron, solo Martín y Lucas permanecieron juntos; los dos estudiaban en la misma carrera por lo que compartían algunos cursos. Durante el día, nadie dijo nada respecto a la nueva chica que se había sumado a ellos en la mañana, sin embargo cuando se dirigían camino a sus casas, Lucas dijo.

-Martin, creo que me gusta.

Cuando escuchó esto Martin se sintió preocupado de que fuera su nueva vecina, porque en el fondo él ya tenía claro que la quería para él.

-¿Quién? ¿Sofia?

-Pues claro, ¿quién más sería?; creo que ya he estado mucho tiempo solo, tal vez la invite a salir. Dijo, sin sospechar sobre las intenciones de su amigo.

Martín estaba a punto de contarle que él también estaba interesado en ella, cuando de repente los intercepto Sofia, que también se dirigía a su casa. –Joder, olvidé por completo que ella vivía cerca de nosotros. Pensó Martín.

Se saludaron con normalidad, aunque ahora Lucas intentaba tener más conversación con ella, hasta que comentó. –Mis amigas darán una fiesta hoy, me gustaría que vinieran no queda muy lejos de aquí; podríamos regresar juntos.

-Por supuesto. Afirmó Lucas con una sonrisa que relucía sintiéndose triunfante.

Martín dudó, no acostumbraba salir a fiestas a menudo, había desarrollado cierta repulsión al alcohol por los recuerdos que este le traía de sus padres, pero al ver a Sofia que esperaba una respuesta, aceptó.

-Nos vemos mañana en la noche, yo iré antes con mi amiga, pero les enviaré la dirección por teléfono.

Se despidieron sin decir más, Martín tampoco quiso quedarse con Lucas más tiempo; tenia cosas que pensar, por lo que al cabo de un momento también se fue a su casa.

Cuando llegó a su casa se sorprendió al encontrar a su mamá ahí tan temprano, se saludaron y almorzaron juntos.

-Que sorpresa encontrarte aquí tan temprano mamá. Exclamó.

-Hijo estoy muy feliz, mañana tendré una cita con Gabriel. Dijo muy alegre, a Carmen le hacía mucha ilusión el estar saliendo con su jefe, era una relación que parecía estable, ella ya no era tan joven, y no había tenido nada estable desde la muerte de Carlos.

-Qué bueno… mamá. Aunque a Martin no le agradaba el jefe de su madre, le tranquilizaba ver feliz a su madre. – ¿A qué hora saldrás? Puede que salga en la noche mañana.

-Martin, no hasta muy tarde, saldré en la noche; será una cena. Espero verte cuando vuelva.

-Está bien mamá… A Martín no le agradaba nada la idea, pero sabía que su madre se sentía muy sola en casa, por lo cual era algo importante para ellos el verse al menos un momento durante el día.

Terminaron la cena sin mayores inconvenientes y cada uno se dirigió a su cuarto. Martin subió las escaleras y se adentró en su habitación, donde se quedó mirando al techo por mucho tiempo, intentando dormir aunque sin mucho éxito. Sus pensamientos estaban algo confusos.

-Lucas… idiota, ¿Por qué tenías que fijarte justo en ella?  Si ella lo elige ¿yo me alejaría de él? No para nada, que tontería. Sonrió, mientras continuaba dándole vuelta a sus pensamientos. Solo espero que él lo vea del mismo modo. Se dijo así mismo mientras terminaba por quedarse dormido.

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