CAPÍTULO 30

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Paso el tiempo y aunque al comienzo la pasaron mal económicamente, lograron soportar con los ahorros de Martín el tiempo suficiente como para que Carmen consiga un nuevo empleo y a pesar de que en este ganaba menos que en el anterior, pudieron estar un poco más estables momentáneamente. Respecto a Martín y Sofia, ya iban a cumplir un año desde que empezaron su relación, lo cual era algo completamente nuevo para Martín, quien nunca había estado en una relación tanto tiempo. Quería darle algo especial, pero no sabía que sería exactamente ese “especial” que podría querer ella, sin contar que su situación económica actual no le permitía hacer gran cosa.

Carmen llegaba muy tarde del trabajo, por lo que se había distanciado mucho de Martín últimamente, sin embargo, ahora iban juntos de vez en cuando en las mañanas, puesto que el nuevo trabajo de Carmen era en una agencia bancaria cerca de la UCE; siendo esos momentos de los pocos en los que podían conversar durante el día.

Un día saliendo del trabajo Carmen vio a Sofia a lo lejos, intentó acercarse a ella para saludarla, pero en ese momento ella se subió a un carro y se fue. -Deben ser sus padres que pasaron por ella. Pensó, pero luego recordó que sus padres no estaban mucho tiempo en la ciudad por lo que le pareció extraño, aunque tampoco le dio mayor importancia al asunto.

El acontecimiento se repitió una segunda vez, sin embargo, en esta ocasión el conductor de aquel auto se bajó, era un joven moreno, parecía de la edad de Martín, por lo que descarto totalmente que fuera su padre. - ¿Puede ser su hermano? Se pregunto. -No tiene hermanos. Dijo dentro de sí, recordando lo que le había comentado Sofia cuando solía venir a su casa a cenar. - ¿Sera algo de verdad o solo estoy alucinando cosas por lo que me paso?

Dejo el asunto de lado, creyendo que era mejor no involucrarse, por lo que no le comento nada a su hijo.

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