Azul esperaba fuera de una casa color naranja con barandal blanco. Hacía mucho aire y frío, había nieve en el suelo y crujía a sus pasos. Le gustaba ese sonido porqué en la región donde vivía, cada invierno era muy frío, pero no había nieve; ese invierno fue la excepción. A pesar del clima, en la calle se encontraban muchos chicos practicando skateboard.
Azul vivía cerca de un parque. Entró a la casa con su amiga, ella la seguía y fueron hasta la sala; era estrecha, tenía muebles viejos con estampados de flores color café, un librero de color caoba, dónde había televisión y muchos adornos. No había libros. Olía a dulce; tomaron asiento en el sillón más largo, luego Azul, tomó un álbum de la mesa de centro y le mostró unas fotografías. Recordó el día que fueron tomadas y se sobresaltó al ver a Corín con su sombrero negro y su abrigo del mismo color, a su lado.
— ¿Qué hace él ahí? — Azul miró la foto.
— Venía contigo —, respondió y se acomodó en el sofá.
— ¿Qué? No es verdad, venía sin compañía —, reclamó.
— Está en la foto —, aclaró Azul señalando al rubio.
— Llegué sola. — Azul bufó y empezó a enseñarle más fotografías del mismo día. En todas ellas salía su hermano adoptivo a su lado. Sonreía. Algo más extraño para ella porqué Corín en su compañía la mayor parte del tiempo era un gruñón.
— ¿Cómo? — Preguntó. Vio a su amiga, aún con incredulidad — ¿Tu lo viste?
— Te estoy diciendo que venía contigo.
— Pero no me acuerdo...
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Crónicas de un soñador II ©
KurzgeschichtenLos sueños de Lyla siguen y con ellos las aventuras que provocan confusión en la realidad, porqué a veces después de despertar se mezclan sus mundos. Crónicas de un soñador II ©2015. Todos los derechos reservados. Esta obra está registrada en safe...