Lucia se encontraba en la habitación pensando en lo que había sucedido la vez que ambas jóvenes se bañaron. No podía creer que de todo su cuerpo Eliza solo notara las marcas que este portaba, cada una la había ganado por que se lo merecía al no obedecer a su amado o bueno eso era lo que ella creía.
Una mirada rápida sostuvo por un segundo en dirección a Ruben todavía le quedaban algunas dudas que no fueron aclaradas el otro día, pero Lucia no estaba dispuesta a dejar caer su orgullo algo que le había enseñado bien su pareja.
Ruben se dio cuenta de las pequeñas miradas que Lucia le mandaba y aunque en un principio él quiso hablar sabia que no seria una opción agradable, ya había tenido suficiente con los golpes que por años aquel enfermero le daba para evitar que el joven fuera a visitarla, estos jóvenes estaban tan perdidos en los recuerdos de su pasado que por su mente nunca pasaba lo que Eliza en ese mismo cuarto planeaba.
Eliza se encontraba pensando la manera mas fácil para hablar con Sofia, debía sonar convincente no era difícil engañar a una niña pero el problema empezaba si se lo contaba a su madre, pequeños fragmentos en su cabeza se mostraron hasta que las palabras fueron tomando sentido.
—Sofia ¿Sabes como llegó tu mamá aquí? —preguntó Eliza a la pequeña mientras le arreglaba el pelo.
—Si, ella fue traída del pueblo de Katan en una bolsa negra —de manera inocente la pequeña contesto.
Eliza sintió una fuerte presión en el pecho jamas imaginaba tener una respuesta tan cruda.
—¿Bueno, y eso como lo sabes tú? —cuestionó nuevamente la joven.
—Mi amigo, me dejo leerlo en las grandes carpetas que tenía —explico Sofia.
La platica poco a poco fluía, Sofia le contó a Eliza como su gran amigo tenía muchos papeles y carpetas con los nombres de todos lo habitantes de ese lugar, también le platico que según las características de la persona él elegía que enfermedad debían tener los nuevos que llegaban.
La pequeña le recordó a Eliza su llegada afirmando que ella fue la que se reía en las escaleras, ambas platicaron por largos minutos una cosa llevaba a otra y otra Sofia no paraba de hablar las distintas cualidades que su amigo tenia, el como le enseño a leer y como la escondía de los demás, una lágrima broto del ojo derecho de la pequeña mientras explicaba sus últimos momentos con él antes del día de su muerte. Cada platica que tuvieron, cada risa que compartieron era un recuerdo que en Sofia habían quedado presentes, Eliza se maravillaba de las capacidades que la pequeña mostraba, era inteligente, observadora y también muy precavida, la joven tenia que ir con mucho cuidado si no quería que esa niña la delatara.
—¿Puedes llevarme a leer los documentos?, es que quiero saber el por que me eligieron a mi —cuestionó la joven mientras le indicaba a la pequeña que juntas salieran.
Antes de que Sofia pudiera responder Lucia alarmada las detuvo a las dos de golpe en la puerta.
—¿A donde van? —preguntó dudosa Lucia levantando una ceja en señal de desagrado. — Saben que no pueden salir —aclaro mientras tomaba a Sofia de la mano.
ESTÁS LEYENDO
Siete Suspiros.
Misterio / SuspensoUn manicomio que se encarga de ayudar a los enfermos mentales esconde muchos secretos en su interior. Cada uno tendrá una historia pero solo habrá una verdad Hermosa portada elaborado por la hermosisima diseñadora -nicolle- me encanto muchas graci...