Rápidamente el enfermero Marqués y la enfermera Beatríz se apresuran a bajar hasta el vestíbulo en donde encuentran a un hombre de pie el cual viste una gabardina negra y carga un pequeño maletín.
—Buenas tardes señor —saludo cordialmente el enfermero Marqués.
El hombre devuelve el saludo con su mano y deja el pequeño maletín en el piso. Rápidamente la enfermera Beatríz manda a un joven por el.
—En el piso cuatro por favor, quisiera estar con mi hijo y —comentó el hombre al notar que recogían sus cosas.
—¿A que se debe el honor de su visita? —preguntó marqués nervioso.
—No seas grosero con el hombre —regaña Beatríz. —Señor gusta pasar al despacho con gusto lo atenderemos —indica la joven en señal de respeto.
Los tres pasan al despacho y la puerta se cierra dejando volar la imaginación de las curiosas miradas que solo observaban la escena.
♦♦♦
Los jóvenes ya se encuentran en su habitación al parecer Eliza y Ruben están enojados, ellos no pueden perdonar lo que Lucia fue capaz de hacerles.
—¿Por que? ¡Crei que eras diferente! —exclamo Ruben quien no se quedaría con las ganas de reclamar.
—No lo intentes por favor —explico Eliza tratando de calmar las cosas.
—¡Todos aquí me mienten! ¡Todos me traicionan! —gritó incomodo el joven.
La pequeña Sofía miraba a su madre confundida, el silencio en su boca era señal suficiente para indicarle que no estaba dispuesta a pelear.
—¡Podrías calmarte! ¡por favor! —indico Eliza irritada por los gritos de Ruben.
—Aguantamos muchas cosas por ti. ¡Insultos! !Peleas! —el joven comenzó a enumerar todo lo que había pasado por culpa de Lucia. —¡Murió Jorge! ¡Los baldes de agua! —siguió un largo tiempo en su reclamo.
—Eres una persona desagradable! —termino el joven dejando caer su cuerpo en el piso.
Indignada Eliza se acerco a donde estaba Lucia donde la encaro.
—Mínimo deberías de contestar, ya le has echo mucho daño —comentó Eliza.
—¡Yo le cause daño! ¿Te recuerdo por quien estaba llorando semanas anteriores? —replico Lucia. —¡Es depresión! Él llora hasta por que se le sube una mosca.
—Nosotros somos así. Desde que llegaste tú las cosas no han parado de cambiar ¡Es tu culpa! —afirmo Nuevamente Lucia.
—¡Ya se te olvido quien me trajo aquí —alego Eliza.
—No es mi culpa que tus padres murieran —interpuso Lucia.
Sofía se asombro bastante ante el enfrentamiento: Ruben salio de la habitación cerrando con fuerza la puerta.
La pequeña quiso ir con él pero su madre lo impidió con sus brazos.
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Siete Suspiros.
Misteri / ThrillerUn manicomio que se encarga de ayudar a los enfermos mentales esconde muchos secretos en su interior. Cada uno tendrá una historia pero solo habrá una verdad Hermosa portada elaborado por la hermosisima diseñadora -nicolle- me encanto muchas graci...