Blossom 🌸 Itachi Uchiha 🔞

🌸 14

Sasori acompañó a Tn hasta su departamento, pues ella no podía caminar sola después de haber bebido y consumido tanto.

– Espera, muñeca.

– Quiero dormir…y vomitar –rió.

– Déjame abrir primero la puerta. ¿Dónde tienes las llaves?

– ¿Estas? –las enseñó.– Sácalas –rió, dejándolas caer en sus senos.

El pelirrojo rió, tomó a la chica de la cintura y la acorraló contra la pared, comenzó a besarla mientras con una mano acariciaba sus senos por sobre la ropa y con la otra levantaba una de sus piernas. Ella rió y soltó un gemido.

– Shh. Hay que ser silenciosos aquí.

– Pero yo quiero gritaaar –rió.

La puerta se abrió, llamando la atención de ambos.

– ¿Tn?

– …

– Sasori…

– Itachi.

– …Déjala en paz.

– Ella quiere, me incitó.

– Cierto. Mi abstinencia de sexo aún no desapareció –abrazó al pelirrojo por el cuello, pegándose a él.

– ¿Ves? Ahora déjanos seguir.

– Tn, entra al departamento, Sarada podría escucharte.

– Déjala en-

– No te metas Sasori, o voy a golpearte.

– Púdrete Itachi. Quiero sexo.

– Métete a la maldita casa.

El pelinegro se acercó a ambos amantes y los separó, tomó a la chica de la muñeca y la metió al departamento. El pelirrojo intervino y le dio un empujón al contrario, pero este giró rápidamente y le dio un puñetazo.

– ¡Lárgate de aquí! O llamaré a la policía –cerró la puerta y le colocó llave.

Suspiró y giró, mirando a la joven.

– ¿Dónde demonios te metiste? Sarada estaba preocupada por ti, tuve que decirle que tenías que hacer horas extra y llegarías tarde para que se fuera a dormir.

– No me importa –arrojó su bolso y chaqueta a un lado.– Tú estabas aquí, podías cuidarlas –se dejó caer en el sofá.–, así que me tomé un tiempo para mí.

– ¿Un tiempo para ti? Tn, ¿Dónde demonios fuiste? Pasa de las 5 de la mañana.

– ¿Todavía lo preguntas? Konan hacía fiesta, Sasori me invitó, y yo fui. No es tan complicado.

– Y te tomaste hasta el agua de los floreros, por lo que veo.

– Que gracioso –dijo sarcástica, enseñándole el dedo medio.

– Y no es todo, consumiste también.

– Lo necesitaba.

– Tn, debes actuar como la madre de Sarada ahora, no puedes irte de fiesta así de la nada y beber y meterte todo lo que se te cruce en el camino. Mucho menos llevar esa ropa, ya no bailas en un club nocturno lleno de babosos y mocosos vírgenes, ahora trabajas en una empresa. Te quitarán la custodia de Sarada si alguien se entera de todo esto.

– ¡Entonces hazte cargo tú de la mocosa, porque yo ya no la soporto!

– ¡Shh! No digas esas cosas estando ebria, la niña podría oírte y ponerse mal.