—— HEATHER MILES ——
Nueva Orleans, hace doce años:
Heather caminaba por los pasillos de su casa familiar mientras observaba a todas partes, sabía que ellos vendrían a por ella, sabía que sería aquella noche y por ello debía de hacer algo. Debía de esconder a Elara en algún lugar seguro, pero seguía sin saber dónde, finalmente se encaminó a la habitación de la niña, la cual una vez fue de ella. Se acercó a la gran cama y se sentó a la lado de ella sonriendo. Su hija era su bien más preciado, lo único en el mundo que la hizo huir de Beacon Hills para regresar a Nueva Orleans.
—Lara.— La melodiosa voz de Heather hizo que la niña de cuatro años abriera los ojos soñolienta.
—¿Qué pasa, mami?— Preguntó la niña con una sonrisa.
—Voy a esconderte en un sitio, debes de quedarte ahí mucho tiempo, en silencio y sin hacer ruido, ¿vale?— La niña la miró asustada.
—¿Como cuando jugamos al escondite?— Elara la miró con aquella expresión de inocencia que enternecia a cualquiera.
—Sí, pero más difícil.— Sonrió Heather mientras la cogía en brazos y la llevaba hasta una librería, allí hizo un poco de fuerza y mostró un escondite, metió dentro a la niña mientras la sonreía. —Cuando veas que es seguro, y no haya ruido y esperes, mueve está palanca y podrás salir.— La niña asintió.
—¿No vienes conmigo, mami?— Heather negó mientras intentaba contener las lágrimas.
—No, mi amor.— La quitó un mechón de la cara. —Pasé lo que pase esta noche, se valiente y se fuerte. Por qué siempre voy a estar velando de ti.— La niña la miró confundida, sin entender que estaba pasando, mientras que Heather cerraba el escondite, pero dejando la abertura suficiente para que Elara pudiera ver la luz, sabía del miedo que su hija tenía a la oscuridad.
—Heather Miles, hacia años que no te veía.— La aludida se giró y miró a Gerard sin decir nada. —Y sigues siendo igual de hermosa.— La mujer se quedó estática sin decir nada, mientras observaba al hombre.
—¿Crees que hablará?— Una joven Kate se puso al lado de padre y miró a Heather.
—No, por supuesto que no hablara, pero les mostraremos a todos lo que no han de hacernos.— Gerard disparó a Heather en la pierna haciendo que ella cayera al suelo y soltará un pequeño quejido de dolor, pero ninguna lágrima salió de sus ojos. Elara hizo lo mismo, su madre la había pedido ser fuerte y ella iba a serlo.
Entre padre e hija ataron a la mujer, mientras Kate revisaba la casa descubriendo la habitación de la niña, pero tras buscarla no dieron con ella, lo que hizo que fuera el objetivo de las preguntas de ambos cazadores.
ESTÁS LEYENDO
① 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐍 {𝘋𝘌𝘙𝘌𝘒 𝘏𝘈𝘓𝘌} [𝘛𝘌𝘌𝘕 𝘞𝘖𝘓𝘍]
Fanfiction"𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒐𝒚𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒄𝒂𝒊𝒈𝒂. 𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒔𝒆 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒂 𝒆𝒏𝒆𝒎𝒊𝒈𝒐. 𝒀 𝒆𝒍 𝒆𝒏𝒆𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒂𝒍𝒊𝒂𝒅𝒐. 𝑳𝒂𝒔 𝒕𝒊𝒏𝒊𝒆𝒃𝒍𝒂𝒔 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓𝒂́𝒏. 𝒀 𝒍𝒂 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒛𝒂𝒓𝒂́. 𝑳𝒂𝒔 𝒑𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂�...