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Derek, Stiles y Elara estaban en el aparcamiento del hospital mientras el pecoso estaba hablando con Scott. Elara mientras se mensajeaba con su hermano, el cual había descubierto que era cierto que Zack estaba allí. Saberlo la hacia sentir una sensación agridulce, por supuesto que estaba enfadada con que él estuviera ahí, era su ex al fin y al cabo, pero, por otra parte, estaba el simple hecho que por muchos años fue su mejor amigo, no tan íntimo como lo eran Stiles, Scott o Lydia, pero sí para saber algunos de sus secretos, y tal vez por ello estaba confundida. Pero no en sus sentimientos, esos murieron hace mucho y ella estaba, o eso parecía, en una relación con Derek.
—¿Donde demonios está Bilinski?— Preguntó el entrenador de fondo.
—Si ves a mi padre dile que llegaré un poco tarde.— Pidió Stiles a Scott mientras finalizaba la llamada.
—No vas a llegar al partido.— Puntualizó Derek.
—Lo se.— Respondió Stiles irritado.
—Ni le has dicho lo de su madre.— Añadió Elara sin levantar la mirada de su teléfono.
—No hasta que sepamos la verdad.— Bufó el pecoso indignado.
—Por cierto, una cosa más.— Elara les miró confundida justamente cuando Derek le agarraba de la cabeza y estampaba la cabeza del adolescente contra el volante.
—¿Pero qué haces?— Preguntó Elara confundida.
—Sabes porque es.— Se limitó a decirle a Stiles mientras éste se quejaba por el golpe recibido. La morena puso los ojos en blanco mientras regresaba a centrar su atención en la conversación que estaba teniendo con su hermano. —Ahora ve.— Le ordenó. Stiles salió del coche mientras Elara se apoyaba en el respaldo y escribía rápidamente a su hermano. Pidiéndole que estuviera cerca de Scott. Derek miró a través del retrovisor, Elara estaba completamente concentrada en su conversación, pero en su rostro seguía habiendo aquel miedo. Se giro y la quitó el teléfono.
—No soy Stiles, no me intimidas, por tanto devuélveme el teléfono.— Le miró con completa seriedad.
—¿Quién es Zack?— Derek la miró confundido.
—No es nadie. Ahora, ¿me das mi teléfono?— Derek seguía confundido, algo de lo que se había dado cuenta desde que había conocido a Elara, no solo era el hecho de que era sobreprotectora con quiénes quería, sino que muy pocas veces la había visto hablar o actuar con aquella seriedad, lo que significaba que aquello era importante.
—No. Te recuerdo que soy un hombre lobo, se cuándo la gente miente. Y tú lo estás haciendo. Además, no hay que ser muy listo para saber que lo que ocurre con ese chico es serio.— Derek la miró seriamente mientras mostraba un lado que nunca antes había visto nadie. El de alguien celoso.