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Elara caminaba por el bosque mientras intentaba captar el olor de quienes habían aullado la noche anterior, sabía que aquellos aullidos no eran de lobos comunes, sabía que eran de hombres lobo, por ello debía de prepararse para lo que fuera que estuviera acechando los alrededores de Beacon Hills.
—Debéis de tener cuidado con las trampas.— Comentó Elara soltando a Boyd de una.
—¿Qué haces aquí?— Erica la miró confundida.
—Saber de quienes pertenecen los aullidos de anoche.— Elara miró las mochilas de ambos chicos, dándose cuenta de que se marchaban. —¿Os vais?— Les miró confundida.
—Sí, Beacon no es un sitio seguro.— Respondió Boyd poniéndose de pies.
—Ningún sitio lo es.— Les informó la castaña guardando el kunai. —Pero tener cuidado.— Les pidió mientras se cruzaba de brazos.
—Deberías de hacer lo mismo.— Elara negó ante el consejo de la rubia.
—No voy a dejar que Jackson siga matando, al fin y al cabo es mi amigo, y todos merecemos una segunda oportunidad.— Aseguró Elara sonriendo. —Vosotros podíais haber optado por no entrar en este mundo.— Les recordó con seriedad.
—Yo ya te di mi motivo.— La recordó Erica cruzándose de brazos.
—Yo acepté para no estar solo.— Respondió Boyd justamente cuando el teléfono de Elara comenzaba a sonar.
—Ven a la clínica veterinaria lo antes posible.— Se limitó a decir Scott finalizando la llamada.
—Bueno, tener una buena huida y tener cuidado.— Elara les dedicó una pequeña sonrisa para después marcharse corriendo.
***
Elara llegó hasta la clínica de Deaton, dentro ya estaban Scott y Stiles, el veterinario parecía no estar, pero lo que fuera a decir Scott debía de ser bastante importante.
—¿Qué ocurre?— Elara se cruzó de brazos mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
—Jackson jugará en el partido de esta noche.— Explicó Scott con temor. —Necesito que juegues. He hablado con el entrenador y me ha dicho que podrás estar de suplente.— Elara le miró confundida, mostrando una actitud reacia. —Tenemos que hacer todo lo posible para que nadie salga herido.— Scott miró de reojo a Stiles.
—¿Por qué me miras a mi? Puede que sea humano, pero pienso ayudar en todo lo que sea necesario aunque tenga que usar un bate de béisbol para defenderme.— Elara sonrió de lado mientras se acercaba a ellos.
—Vamos a jugar ese partido, le vamos a ganar, vamos a evitar que Gerard maté a alguien y vamos a conseguir salvar a Jackson.— Aseguró la castaña mirando con seriedad a sus dos amigos.