Ocho

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- No - recibió esa respuesta que Lisa sabía que iba a oír de su mayor enemigo.

- ¿Por qué no? - se cruzó se brazos.

- Por qué no creo que alguien como tú puedo cuidar al bebé - siguió teclado en su computadora.

- Aquí vamos de nuevo - Lisa estaba harta de escuchar lo mismo por parte de la chica - ¡Ya estoy harta de escuchar eso de tu parte! - alzó la voz.

Obtuvo la atención de la chica.

- ¡Solo por qué crees que una actriz no puede hacer lo que lo demás, somos seres humanos iguales a ustedes, no tenemos nada diferente! - una lágrima se resbaló por su mejilla - ¡Yo solo quiero ayudar!.

Fue lo último que dijo la chica para después salir de la oficina apurada antes de que todas sus lágrimas salieran, no quería dar un espectáculo que después los medios pudiesen enterarse.

Rosé no dijo nada, solo se quedó contemplado aquel aparato, su mejor amigo apareció con el bebé en brazos.

- ¿Qué le hiciste? - preguntó el chico.

- Nada, ¿por qué asumirías que fui yo?.

- Por ella estaba contigo, además de que sus gritos se escucharon en todo el edificio.

- Olvídalo, es una estupidez.

- No lo creo, ella salió llorando, sabes que, yo diría que te fueras midiendo.

- ¿Midiendo?, ¿de qué hablas?.

- Tú sabes de que habló, con permiso, Bibu y yo tenemos un juego pendiente.

El chico desapareció de la oficina, Rosé se quedó analizando lo que su amigo le había dicho, tenía razón se había pasado con Lisa, al parecer sus comentarios habían dañado a la chica.

- Tal vez le de una oportunidad.

(•°°••)

Lisa había llegado a su casa, ya había dejado de llorar ya sentía un poco más calmada, la única pregunta que se cruzan por su mente era ¿por qué Rosé no la dejaba?, ¿por qué tenía una mente tan cerrada?.

Lisa suspiró profundamente, sabía que nunca obtendría una respuesta por parte de la chica. Dejó de un lado aquellos pensamientos y se decidió ir a darse un baño. Al terminar de bañarse se recostó sobre su cama y se durmió. No quería saber nada de nadie por un momento. Sorpresa, no contaba con que su amiga Jisoo le llamará. Molesta tomó aquel teléfono y contestó.

- Bueno... - respondió enojada.

- Perdón, al parecer alguien está molesta.

- Si, ¿qué es lo que quieres?.

- ¿Estás en tu casa?.

- Si, ¿por qué?.

- Enciende tu televisor.

Lisa estaba confundida, aún así hizo lo que su mayor le dijo, su sorpresa fue ver Soojin, la chica que la había acusado estaba en televisión, llorando.

- ¿Que estás sucediendo? - fue lo único que preguntó la chica.

- ¿Entonces que vas hacer respecto a tu caso? - dijo el presentador.

- Yo... me duele mucho esto pero, yo tomaré acciones legales contra de Lisa - respondió Soojin.

Lisa se quedó estática al oír eso, Jisoo trataba de hablar con ella, era inútil las palabras de esa chica resonaban por su cabeza, ahora era más difícil volver a su trabajo.

Colgó la llamada, apagó el teléfono, su día se había ido a la mierda gracias a dos personas. No quería estar triste por esto pero de verdad necesitaba de un héroe.

(°°°••)

- Rosé un chico llamado Jinhyuk quiere hablar con usted, ¿lo dejo pasar? - preguntó Chuu.

- Si, por favor.

Chuu cerró la puerta, para después dejar pasar al chico alto, Rosé le sonrió.

- Hace tiempo que no estaba aquí - miró el lugar - lo cambiaste mucho.

- Ya vez, este empresa poco a poco se está volviendo reconocida.

- Eso me alegra.

- ¿A qué veniste?.

- ¿Recuerdas lo que me pediste?.

- Si.

- Pues logre ver el video y encontré esto - le extendió un folder.

Rosé lo tomó y miró dentro, en este estaba una foto de una mujer joven he información de ella, eso suponía Rosé.

- Ella es la madre del niño, su nombre es Eunchan, vive a las fueras de Seúl, por lo visto es madre soltera, no sabes con certeza sobre el nombre del bebé ya que nunca lo registró.

Rosé miró detenidamente el rostro de aquella mujer.

- Gracias, Jinhyuk - cerró el folder.

- De nada, sabes que cuentas conmigo para todo - sonrió.

- Te quiero - sonrió.

- Yo también - le sonrió - ¿no necesitas de otra cosa?.

- Si, ¿me acompañarias a buscar a este mujer?.

- Claro, con mucho gusto, sólo llama cuando y haré un espacio en mi agenda.

- ¡Oye Ros...! - Wooseok entró a la oficina miró que Rosé no estaba sola, se sonrojó por qué era nadamás y nadamenos que el policía amigo de su mejor amiga que le había llamado la atención, por eso no había emitido ninguna palabra ese vez.

- Woo... ¿qué sucede? - la chica se había dado cuenta que su amigo estaba perdido.

- Perdón, Bibu está hambriento.

Jinhyuk no deja de observar al chico, el cual temblaba de miedo al sentir su pesada mirada.

La chica le entregó todo lo que necesitaba para preparar el alimento del pequeño, una vez que el chico las obtuvo en sus manos, hizo una reverencia y salio de la oficina. Jinhyuk sonrió por aquella escena, ese chico le parecía lindo y tierno.

- ¿Entonces te llamo? - preguntó Rosé.

- Si, una pregunta.

- ¿Cuál?.

- ¿Vendrá tu amigo?.

Rosé no espera esa pregunta, además de que no entendía.

- Claro que si... - respondió sacada de contexto.

Jinhyuk sonrió.

- Entonces me voy, nos vemos está ese día.

Rosé asintió.

- Adiós Jinhyuk.

- Adiós, Rosé.















Complejo De Madres | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora