Mi destino en tu balcón // warmi

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⚠️Importante⚠️

Por favor, la nota del final hay que leerla, gracias ❤️

La tarde del día siguiente decidí quedar con Dama para tomar algo, ya que hacía tiempo que no nos veíamos.

El día anterior lo pasé con Ana haciendo lo mismo de todos los días hasta que ella tuvo que irse porque tenía reunión familiar online.

Ya estaba vestida y preparada así que cogí mi mascarilla y salí de casa. Venus también venía conmigo porque Laura iba a llevar a su perrita Sacha y las dos se llevaban muy bien.

Caminé por las calles de Chueca hasta llegar al bar donde habíamos quedado. La vi venir hacia mi y no me faltó tiempo para correr hasta llegar con ella y darle un fuerte abrazo.

- Nos van a matar por lo de las distancias pero te echaba demasiado de menos amiga- dijo ella y reí.

-Y yo a ti, mucho- volví a abrazarla.

Igual que nosotras nuestras mascotas también se saludaron y jueguetearon mientras nosotras hablábamos.

-Venga va, vamos a sentarnos y hablamos ahí- nos sentamos y pedimos dos cervezas y algo para picar mientras nos poníamos al día hasta que Laura quiso sacar el tema.

-¿Me vas a estar esquivando el tema todo el rato o me vas a hablar ya de Ana?- suspiré y acabé asintiendo por lo que ella dió palmaditas haciéndome reír.

-No sé ni por dónde empezar- ella me miró obvia.

-Pues por el principio, cariño. ¿Se aclaró ella después del beso?

-Sí, me dijo que le estaba empezando a gustar pero que no se sentía preparada para tener una relación aún. Yo me confesé también y le dije que también me gustaba, por esa parte muy bien todo- bebí un trago de cerveza.

-Pero...

-Es que es una zorra, Laura- me sonrojé solo con pensar lo que iba a contar a continuación. Ella se rió de mi.

-A ver, rubia, ¿que hizo?

-Después de pasar la tarde juntas, la invité a dormir, como siempre. Me pidió que le dejase una camiseta pero como hacía calor dormimos las dos en bragas y mira, tener su culo así, pegado a mi, no me venía nada bien- me miró asintiendo con las cejas arqueadas y bebiendo de su cerveza.

-Encima dormís abrazaditas. ¡Estáis casadas!- yo negué con la cabeza haciéndola reír- ¿Qué pasó después?

-Pues que se dió la vuelta y metió una de sus piernas en medio de las mías- Laura casi echó la cerveza por la nariz- Oye, cabrona, no te rías porque lo pasé fatal.

-Bueno, si hacía calor por lo menos tenías una piscina- carcajeó contagiándome. La risa, por supuesto, me contagió la risa.

-Eres gilipollas ¿eh?

-Perdón, perdón. Sigue, sigue.

-Pues resulta que como me estaba moviendo mucho para intentar quitarla de ahí, la desperté- la vi sorprenderse - total que me preguntó que porqué me movía tanto y, pues... No salieron frases coherentes de mi boca.

-A veces eres muy tonta. ¿Lo sabías?- rodé los ojos.

-En fin. Parece que ella captó el motivo de mi estado y en vez que quitar la pierna de ahí se apretó más contra mí, rozándome muchísimo- ella rió- Dama, que yo pensé que de esa noche no pasaba.