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Ese día me levanté gracias a la alarma de mi móvil, la cual, indicaba que debía prepararme para ir a trabajar.

Tenía muchas ganas de volver a ensayar con mis compañeras. La coreografía la llevaba más o menos bien por los videos que me mandaron estando en Tenerife, pero obviamente necesitaba entrenarla mucho más.

Me preparé el desayuno y saqué a Venus antes de irme. Me preparé, cogí mis cosas y salí de casa para pillar el metro.

Entré en el teatro con muchas ganas de empezar el día. Allí me esperaban todas mis compañeras.

-¡Pero si es Mimi Doblas!- gritó Dama al verme entrar.

-¿Me habéis echado de menos?- pregunté mientras las chicas se acercaban a saludarme.

Eramos siete bailarinas:

Dama, Saydi, Mónica, Claudia, Nadia, Alba y yo

Y luego estaba mi jefa, Vicky.

Eramos un equipo, el primer día que pisé este sitio fue... simplemente increíble. La conexión que teníamos todas era realmente una pasada y yo no podía estar más feliz de tener el curro que tenía.

-Buenos días chicas. Antes de empezar con el calentamiento y el ensayo os quería comentar una cosa- todas la miramos atenta- como ya sabéis, para el show que se hará aquí nos hacen falta más bailarines. Los chicos serán Aritz, Sam, Marshall y Pablo. La coreo la monta Juan.

Todas aplaudimos felices por ver a nuestros compañeros.

-¿Vienen más chicas?- preguntó Saydi.

-Si, ya se verá quienes entran en el casting- nosotras asentimos- ¿Todo claro?

-Si- contestamos al unísono.

-Pues a calentar, niñas.

Todas nos pusimos en nuestros respectivos sitios para comenzar con el calentamiento. Dama decidió ponerse a mi lado ese día. Sabía cuales eran sus intenciones.

-¿Que tal todo con Ana?- preguntó ella.

-Con ella súper bien. Su hermano nos dejó a su hijo porque tenía que trabajar y pues genial con el niño. No hemos tenido problema y nos hemos entendido en todo momento. Ana es genial, me ha gustado mucho pasar estas semanas con ella, a pesar de las circunstancias.- ella me sonrió y suspiró.

-Ay amiga...

-¿Que?

-Estás enamorada- soltó directa.

Realmente no le faltaba razón. Aquella noche en Tenerife nos lo dejamos caer las dos, pero ninguna habló nada más después.

-Pues si, Laura. Ella es...lo más bonito que me ha pasado este año- ella rió y se acercó a mi, con cuidado de que no vieran que se estaba saltando las distancias y agarró mi mano con fuerza.

-Da el paso, Mimi- la miré con pánico. Otra igual que mis madres.

-Pero ¿y si me estoy precipitando?- ella negó con la cabeza.

-No te estoy diciendo ahora. Cuando sientas que es el momento propónselo. Ella está igual de enamorada que tu y eso es innegable.- yo asentí mirándola sin poder evitar que una sonrisa se escapara de mis labios.

-Necesito un poco de tiempo para pensarlo todo. Por ahora está bien la cosa de no ponernos etiquetas, pero cuando crea que es el momento... lo haré- Dama me sonrió y volvió a su sitio.

-Verás que todo va a ir genial entre vosotras.

Dama era la mejor amiga que podía tener. La tenía para todo y ella a mi. Nunca podría terminar de agradecerle todo lo que ha hecho por mi.

Mi destino en tu balcón // warmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora