Mi destino en tu balcón // warmi

36

La mañana del día siguiente salí a currar al teatro.

Estaba muy cansada, nos habíamos acostado tarde. Estaba tan bien durmiendo con Ana que me costó lo más grande levantarme.

De todas formas, intenté dar lo mejor de mi en los ensayos, por lo cual, al acabar me fui muy satisfecha con los resultados, aún que igual también acabé el doble de cansada.

-Rubia, dime hora. - dijo Dama acercándose a mi recién salida de la ducha.

Le había dicho lo de la comida y ella aceptó sin pensárselo dos veces. Hacía mucho que mis madres y ella no se veían. Se llevaban muy bien.

-A las dos y media. - ella asintió y empezó a vestirse.

-Que ganas tengo de verlas, si es que con ellas se puede hablar de todo. - yo reí y asentí.

-Pero cortate un poquito porque entre Ana y tu algún día me dais un disgusto. - ella rodó los ojos.

-El día que me expliques por qué te da tanta vergüenza chillaré- reí y me senté a su lado para ponerme las zapatillas.

-No lo sé, hablarlo contigo a solas me da igual, cuando ya hay más de una persona me da cosilla y más si esas personas son mis madres - me expliqué. Ella me miró y agarró mi cabeza pegándola a su frente.

-Eres un puto caso, Doblas - reímos y nos levantamos para coger nuestras mascarillas e irnos.

Serían las 11:15 cuando llegué a casa. Ana estaba sentada en el sofá junto a Venus, quien reposaba su cabeza sobre las piernas de mi chica.

-Hola- saludé al entrar, dejando mi bolsa en la habitación para después ir con ellas y dejar un beso en los labios de Ana.

-Hola, cielo ¿Como ha ido hoy? - preguntó cuando me senté por fin.

-Ha sido durillo, nos han metido caña, pero eso está bien. - apoyó su cabeza sobre mí hombro mientras con una de sus manos acariciaba la cabecita de Venus.

-Seguro que lo lleváis súper bien y el día de la obra lo petais. - dejó un beso en mi mejilla. - yo he sacado a la bebé esta y he limpiado toda la casa. Esta noche tengo que currar a eso de las 22:00.

-¿Que cantas hoy? - pregunté interesada.

-Pues las que canté el otro día más todas las flores y una que es mía, que se llama despierta. - se sonrojó y la miré con ternura.

-¿Y por qué yo no he escuchado eso antes? - dije indignada y ella rió.

-Ven - agarró mi mano y nos levantamos para sentarnos las dos en frente del piano.

-¿Me la vas a cantar? - pregunté emocionada.

-Solo si tu quieres - rodé los ojos.

-Claro que quiero, boba. Venga porfi- sonrió y colocó sus manos en las teclas para empezar cantar.

Joder ¿De verdad que era suya? Estaba flipando muchísimo.

La letra
Como sonaba en su voz
La melodía.

Simplemente era increíble.

-¿Que te ha parecido? - preguntó ilusionada.

-Estoy flipando muchísimo ahora mismo, Ana - ella rió y se lanzó a abrazarme. - es increíble como lo haces, es que... wow.

-Muchas gracias, amor. La verdad es que estoy muy orgullosa de esta canción. - la miré con cariño.

-Deberías