Al día siguiente abrí los ojos por culpa de los rayos de luz que pasaban a través de la persiana. Sobre mi pecho descansaba una Ana vestida solamente por unas bragas y algo despeinada, pero aún así me pareció la escena más bonita del mundo.
Intentando no despertarla, me levanté para ir al baño y me puse ropa interior porque yo sí que había dormido totalmente desnuda.
Sonreí al recordar lo de anoche, por fin nos habíamos empezado a soltar.
Me volví a tumbar a su lado y acaricié su espalda lentamente pasando mis dedos por sus lunares muy concentrada.
-Qué buen despertar- la escuché decir con voz ronca.
-¿Te lo parece?- ella asintió. Y se giró para quedar así abrazadas de nuevo.
-¿Qué hora es?- preguntó ella enredando sus piernas con las mías y buscando más contacto aún entre nosotras.
-Las... 8:26 - dije mirando el reloj de mi móvil. Ella gruñó desperezándose.
-Vamos a dormir un rato más, porfa- pidió hundiendo su cara en mi cuello.- Es muy temprano, Mimi.
-Vale, pero hasta las 10:00- ella negó.
-Y media, porfi- hizo un puchero adorable y no pude negarme.
-Venga, vale- ella sonrió y dejó un beso sobre mis labios que me hizo escapar un pequeño suspiro de felicidad cuando volví a acomodarme.
Cerré los ojos e intenté dormir un rato más, cosa que no se me hizo difícil con Ana dejándome caricias en la parte baja de mi espalda.
***
Esta vez sí que me levanté de verdad al mirar la hora.
Las 10:35.
Tenía que sacar a Venus a las 11:30 como muy tarde, así que me puse una camiseta y un pantalón que dejé en casa de Ana hace una semana para vestirme.
Opté por hacerle el desayuno: unas tortitas con nata y fresa acompañadas con zumo de naranja. Sabía que le encantaba y a mi también me agradaba la idea.
Al terminarlas, lo puse todo en una bandeja y se las llevé a la cama colocándola en la mesilla de noche, de la que cogí las bragas y el pequeño mando y los llevé a su sitio riendo.
-Amor... Buenos días. Ya son más de y media- acaricié su espalda desnuda y ella se estiró en la cama abriendo los ojos lentamente.
-Buenos días otra vez- rió- ¿A qué huele?
Yo sonreí señalando las tortitas y los zumos y ella me miró con carita de ilusión.
-Quería prepararte algo. En una hora me voy a sacar a Venus, que la pobre tiene que estar esperando.- se incorporó y dejó un beso en mi mejilla.
-Nos comemos esto y voy contigo. Pásame la camiseta de ahí, porfa- asentí y se la pasé- Siéntate aquí a mi lado. ¿Qué te pasa?
-Ana, tenemos que hablar sobre... Esto- ella suspiró cortando un trozo de su tortita y poniéndomelo en los labios. Sonreí y me lo comí con gusto.
-Yo por mi parte... Quiero dejar que esto fluya. Quiero poder besarte cuando me apetezca, dejarme llevar sin etiquetas de por medio, sin que llegue a ser una relación. Quiero ir despacio. No me siento preparada para algo serio, pero... Te quiero, Mimi, y me gustas mucho. -Mi corazón iba a mil por hora y sentía que de un momento a otro se me iba a salir del pecho.
-A mi también me gustaría que nos dejásemos llevar. Todo lo que has dicho me parece bien, Ana. Esto será lo que tenga que ser- ella sonrió y apoyó su cabeza en mi hombro.
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Mi destino en tu balcón // warmi
FanfictionLa cuarentena no será lo mismo... Twitter autoras: @sylviacruz_ @MarinaDeSantos