IT WAS A DREAM [ RUBEGETTA ] +18

Secreto

Nos separamos por falta de aire, no podía mirarlo a la cara, así que me limite a agachar la mirada, aun así podía ver parte de su rostro y note claramente que estaba sonriendo

-Rubén

Seguía sin mirarlo, el claramente quería que lo hiciera, tomo mi mejilla con una de sus manos e hizo que lo mire

-Escucha, si me has estado evitando por lo que paso esa noche lo entiendo, si quieres que me aleje de ti puedo hacerlo, solo tienes que decirlo ¿entiendes?

Solté un suspiro, realmente tenía la mente confusa, pero no voy a negar que quería estar con él, no, más bien lo quería para mí, quería que fuera solo mío, no quería que este con Willy o con su esposa, quería que estuviera conmigo todo el tiempo

-No... no quiero que te vayas, lo de esa noche, no lo recordaba mucho, volví a tu casa ver si me había dejado algo y encontré los vídeos

-Eres muy curioso, Doblas

-Lo siento, no quería revisar tu computadora

-Eso ya no importa mi niño

Me empujo a la cama, acto seguido caí sentado, el seguía parado frente a mí, lo mire a los ojos por un momento, por mi mente pasaron todos los buenos recuerdos que tengo que con, todas las aventuras y las risas

-Samuel -Recargue mi frente en su abdomen y lo abrace por la cintura- ¿me amas?

Sentí sus manos pasar por mi cabello, luego agarro mis orejas, era una putada lo de tener orejas de oso ya que eran horriblemente sensibles

-¿Cómo no voy a amarte mi niño?

Empezó a acariciar mis orejas, sentí una corriente por todo mi cuerpo, no podía evitar temblar ante su acción, se sentía bien, pero a la vez era algo más que bien, una de sus manos bajo acariciando mi mejilla, luego paso su pulgar por mis labios, no podía aguantar más, tome su mano y empecé a lamerla, se agacho frente a mí y volvió a besarme pero esta vez era mucho más intenso, hizo que me recostara mientras el quedaba sobre mi

Lo tome de las mejillas e hice que me mirara, si lo íbamos a hacer, esta vez sería bien, y podre recordarlo

-¿enserio estuviste esperándome aquí? –pregunte algo nervioso

-Hmm si, pensé que no vendrías nunca, ¿A dónde habías ido?

-¿quieres la verdad?

-hombre, pues si

-cuando te fuiste me quede en tu habitación, me había quedado acostado oliendo tus almohadas, todo huele a ti

-Eres muy curioso, Doblas, debería hacer algo contigo

Volvió a ponerse sobre mí para besar mi cuello, sentía sus manos bajar por mi cintura, podía sentir como me estaba haciendo marcas en el cuello

-Joder... Samuel no me marques –dije casi en un susurro

-Quiero que todos sepan que eres mío –dijo entre besos

Seguía bajando y marcándome, el cuello, el pecho, el abdomen, la cintura, estaba temblando con cada beso que daba, no podía evitarlo

Poco a poco se deshizo de nuestras prendas, hasta quedar finalmente desnudos, no podía evitar mirarlo, tenía un cuerpo casi de dioses, bueno, ya de por si era considerado como un dios de Karmaland y lo mejor de todo es que es solo mío

Samuel era delicado, siempre lo había sido. Me conquistaba con besos rápidos y caricias suaves. Movía sus manos exactamente por las zonas más sensibles de mi piel, y me erizaba los vellos de placer y gozo.

Sin embargo me esforzaba en corresponder, mis manos agiles recorrían la espalda fuerte y desnuda, lo que hizo que Vegetta se erizara

-Vas a enloquecerme –le susurre

-Me gusta escuchar eso

Me estaba haciendo marcas en todos lados. Poco a poco hasta trazar un mapa. Sensual comenzó a lamer, obteniendo gemidos y jadeos por respuesta.

El primer dedo fue rápido, apenas pude sentirlo, di un respingo y gemí con suavidad, pronto fue acompañado por otro, ese causo un poco más de dolor, pero pronto decreció, dejando placer en su lugar. Samuel era un experto, movía sus dedos ampliando la zona, no voy a negar que esto me encanta en todos los sentidos. Ni siquiera cuando los dedos fueron reemplazados por el palpitante miembro de Samuel.

-Estrecho – Soltó al ingresar en mí. Di un respingo de placer, encorve la espalda, comenzando a mover mis caderas –Ansioso –Le soltó de nuevo, dando su primera estocada.

no podía evitar gemir, lo abrace por el cuello acercando mi boca a su oído, soltaba jadeos y gemidos en el borde de su oído. Me estaba aferrando a su espalda. Conseguía sacar gruñidos de él, cada vez que las uñas se enterraban un poco en su piel, y su entrada daba pequeños apretones a su miembro

-Rubén, mi niño, estoy a punto

-Yo igual. –Gemí, tras unos veinte minutos de ajetreo y cambios de posiciones.

Dos estocadas fueron el límite para llegar al cielo. Samuel se dejó caer mí. Le recibió con los brazos abiertos, acariciando suavemente las pocas heridas que le había causado.

-Samuel –dije tomando sus mejillas haciendo que me mirara- dime que me amas –susurre

-te amo, mi niño, tenlo por seguro

Lo bese, pero esta vez de forma tierna, acariciando sus mejillas, mientras que el, pasaba sus manos por mi cintura, esta vez no sería culpa del vino, podre recordarlo, tal vez como la mejor noche de mi vida y todo gracias a Luzu, como ya dije, hablaría después con él, pero esto aún lo tendremos en secreto, quiero que sea nuestro secreto