IT WAS A DREAM [ RUBEGETTA ] +18

Cosas Ilegalisimas

Ya estaba decidido, iba a vencer a Auron con ese collar. No sabía lo que hacía, no sabía si algo malo me iba a pasar si lo usaba, no sabía si me corromperia como el otro collar lo a hecho con Auron. Pero nada de eso importaba si ahora tenía la capacidad de terminar con el.

Tomé el collar y estaba verdaderamente pesado, con mucho cuidado lo tome y lo puse en mi cuello, seguía irradiando un gran brillo, tanto que parecía de cristal, viéndolo bien era bastante bonito y el color me recordaba mucho a Nieves. Cuando me lo puse la verdad es que no sentí nada nuevo, ni más peligroso ni más sabio.. ¿Que se suponía que debía sentir con este nuevo collar?
Tal vez lo descubriría hasta que me enfrente a Auron..

Regrese a casa, pero no a la mía si no con Samuel..

Estaba arreglando unas cosas en su jardín cuando yo baje del Chocobo y el volteo a verme.

- ¡Chiqui! - grito cuando me vio bajar y corrió hacia mi

- ¡Samuel! - grite de igual manera para recibirlo entre mis brazos. Me abrazo con fuerza, casi me saca el aire, pero sentir sus brazos redeandome me hacían sentir seguro, me hacían sentir que estaba en casa. Comenzó a llenarme la cara de besos y yo solamente podía reír porque sus pequeños besos me causaban cosquillas, me miró y entonces lo tome de las mejillas y lo bese, el correspondió mi beso, tomándome de la cintura y acercándome más a el, como dándome a entender que me necesitaba y que no quería que me volviera a ir. Lo abrace por el cuello y nos fundimos en el beso más largo que le había dado a alguien en toda mi vida.

Nos separamos después de unos minutos, su rostro estaba adornado con una bonita sonrisa la cual le correspondí de la misma manera, me dio un pequeño beso en los labios y después está vez su vista se dirigió al collar que yacía en mi cuello.

- Ostras, que guapo.. ¿Te lo dio ese tal sabio? - reí un poco con su curiosidad de niño pequeño.

- Te lo cuento todo adentro, pero primero quiero ver a Nieves - le dije y Vegetta soltó una risita.

- Creo que me voy a poner un poco celosito - me reí de igual manera con su comentario pero enseguida comenzó a caminar, tomando mi mano y yo le seguí. Nos dirigimos hacia su patio trasero en donde Akira y Nieves estaban sembrando unas flores rojas. - Eh, cariño - Llamo Samuel a Akira y ella volteo de inmediato ¿es el él que se va a poner celoso? La mirada de nieves se dirigió hacia mí

- ¡osito! - grito y se levantó de inmediato hacia mí, abrazándome con fuerza, hace mucho tiempo que no la veía, también la extrañaba y le devolví el brazo igual de fuerte.

- Hola Nieves, ¿Te diviertes con Vegettita? - se separó de mi y comenzó a jugar con mis orejas de oso, pasando de la pregunta que le había hecho. - supongo que si, Akira te debe cuidar bastante bien - voltee a ver a la otra chica que seguía en el piso, al mirarme puso cara de fastidio y cruzó los brazos mirando hacia otra dirección. ¿Que cojones le pasa?

Cuando Samuel y yo decidimos entrar a su enorme castillo para platicar sobre mi aventura le pregunte -¿Que le pasa a Akira? Parece que no le agrado tío.- Vegetta se rió mientras subíamos escaleras a su habitación.

- Pues no tontito, no le agradas - levante una ceja.

-¿Porque no? - Me miró con una sonrisa traviesa.

- ¿Yo que se, chaval? La he visto haciendo cositas con Nieves mientras no estas - ¿Como?

- ¿Que clase de "cositas"? - no me contestó, se limitó a solo reír, esa estúpida risita de idiota que pone cuando no quiere contestar algo.

Me abrió la puerta de su habitación y ambos entramos, me tumbe en su cama, estaba algo cansado mentalmente y voltee a verlo. Se sentó conmigo, iba a empezar a contarle todo cuando me tomo de la cintura y me cargo, haciendo que me sentará en sus piernas, me abrazo mientras repartía pequeños besos en mis mejillas y algunos que pasaban por mi cuello. Me hacia cosquillas y solté pequeñas risitas.