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Al verlo pude notar que un poco de semen rodaba por sus comisuras, no podía evitarlo, me estaba poniendo duro, tenía una mirada que me exigía mas

-Vamos a mi casa –me susurro – si lo hacemos aquí podrán vernos

Se limpió la boca se levantó y camino a casa, estaba indeciso, pero no quería quedarme con la puta polla erecta, me levante y lo seguí, subí hasta su habitación y lo vi, parado junto a la cama esperándome, me acerque a el

-solo será un vez, Lolito –dije

Tomo de mis brazos y me lanzo a la cama, se puso frente a mí y empezó a quitarse todo, Lolito era incluso más pequeño y delgado que yo, ¿así era como Vegetta me veía a mí?

Salí de mis pensamientos al sentir a Lolito subir por la cama hasta sentarse en mis piernas, lo tome de la cintura, mis manos eran incluso más grandes que las de él, subí una de mis manos por su pecho hasta su mejilla

-Follame, Rubius

Me suplico a la par de que empezó a mover las caderas, se sentía bien, jodidamente bien, no podía pararlo, ni quería hacerlo, me estaba gustando

Tomo mis mejillas y volvió a besarme mientras me volvía loco con cada movimiento, estaba desesperado, tomo mi pene con una de sus manos, estaba claro que quería hacer

Gracias al beso lo único que pude sentir fue a él, sentándose lentamente sobre mi polla hasta que la tenía totalmente dentro, y joder, esto era el cielo, no voy a negarlo, estar dentro de Lolito me estaba volviendo loco

Empezó a dar sentones leves, tal vez para no lastimarse, lo tome de la cintura, poco a poco empezó a moverse con más intensidad, cada movimiento me enloquecía, puso sus manos en mi pecho, volvió a moverse en círculos, estaba por venirme, se empezó a mover más y más no pude contenerme por más tiempo, me corrí dentro suyo

A pesar de eso él se seguía moviendo, joder chaval, esto es el cielo, el puto paraíso, vi cómo se acercaba a mi oído –yo aún no acabo –me susurro, lo tome de las mejillas y lo bese mientras el e movía, volvió a dar sentones más intensos, entre besos podía escuchar sus gemidos, cada sentón que daba era un gemido que resonaba en toda la enorme habitación vacía donde solo se encontraba la cama, pocos segundos después sentí como su cuerpo se estremeció y un líquido caer en mi pecho, obviamente había llegado al clímax, nos miramos, nuestras respiraciones agitadas chocaban, se recargo en mi pecho

-Perdón, no te vayas a enojar, te lo ruego

Solté una risita casi cortada debido al cansancio

-joder Lolito tío, no me pidas perdón ahora, pero esto no se volverá a repetir ¿vale?

-vale...

Lo abrace, pase mi mano por su espalda hasta subirla a su cabeza para acariciar su cabello

-¿alguna vez has pensado en cortarte el pelo?

-me gusta tenerlo largo

-¿no te molesta?

-no

Estaba empezando a quedarse dormido, lo deje en la cama con cuidado, me levante para limpiarme y acomodar mi ropa, cuando estaba a punto de irme volví a oírlo

-espera, tengo que darte algo

Voltee a verlo y me acerque a él, hizo señas para que me acercase más, lo hice, y como si fuera una despedida, volvió a besarme, esta vez de forma más tierna, lenta, era un beso muy sincero, al separarme me dedico una sonrisa para luego voltearse a dormir, salí de ahí, para mi suerte no era tan salvaje, me había dejado marcas en el pecho pero eso podía ocultarse fácil, si alguien las ve y pregunta diré que fue algún monstruo o un animal salvaje, salí de la casa, me acerque a mi chocobo y fui a mi casa, estaba amaneciendo, llegue, entre y baje a la sala de cofres, no era el mejor lugar del mundo, pero era muy silencioso y fresco, busque un lugar y extendí mi saco de dormir, me tumbe sobre él, a penas lo hice me quede dormido, estaba cansado, las peleas, el templo, Lolito, en especial Lolito 

IT WAS A DREAM [ RUBEGETTA ] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora