—Momo...
La niña se detuvo sobre la punta de uno de sus pies, estremeciendo ante el tono de advertencia de su madre. La ubicó por encima de su hombro izquierdo, viéndola con la mirada entrecortada.
Apenas ayer había prometido no volver a irse por sus anchas y ya estaba ella allí, junto a la cortina, dispuesta a hacer sufrir a los mayores una vez más.
—Mamá, ¡me aburro! —soltó, dejando caer los brazos con pesadez, arrugando su expresión como una anciana.
—Ve a ayudar a papá y a tu hermano mayor.
—¡El huerto es aburrido! —volvió a quejarse de nuevo, ahora apretando los brazos contra su pecho.
—Momo, no me levantes la voz.
La pequeña sufrió un nuevo estremecimiento ante la fría mirada de su madre. No tuvo de otra más que asentir y encaminarse al pequeño huerto que estaba en el lado derecho de la casa.
—Buenos días, cariño —le saludó su padre con una sonrisa, apoyando el codo en la pala.
Momo se limitó a levantar ligeramente la barbilla. Se sentó en un pequeño banco de madera deteriorado con trozos que no le pertenecían, que habían incluido para que no se cayera. Se quedó viendo aburrida el mismo panorama, frotando entre dos de sus dedos un pedazo del tejido de su vestido gris.
—Momo, ¿no quieres ayudar a papá? —le alentó Koji blandiendo la pala como una espada.
No obtuvo respuesta, siquiera una pequeña muestra de atención. Momo apenas suspiraba, sintiendo como el aburrimiento se le acumulaba en sus ojos en forma líquida.
—¡Qué aburrido eres!
Momo alzó el rostro al escuchar sus pensamientos convertidos en palabras.
Una sonrisa divertida se ilustró en sus labios al avistar el rostro burlón de su querido hermano mayor.
—¡No soy aburrido! —Koji miró a su amigo con reproche.
—¡Papá es muy aburrido! —exclamó Hak entre sus manos que formaban un círculo.
Momo desató en una carcajada que no pudo controlar. Que Hak afinara la voz en un intento por parecerse a ella le resultó de lo más gracioso. Nadie mejor que él para romper el aburrimiento.
Koji se vio traicionado por su propia hija y fue visible dicho sentir en sus ojos. Se llevó la mano al pecho, dramatizando y dio dos pasos moribundos, fingiendo debilidad en sus piernas.
—Momo, no me esperaba esto de ti... —murmuró con aparente desfallecimiento, cayendo sobre su rodilla derecha.
Esperaba parecerle divertido a su hija con aquella interpretación.
—¡Qué mal actor eres! —ya estaba Hak de nuevo a su oído, fingiendo ser su adorable niña.
—¡Papá es aburrido! —apoyó la verdadera Momo.
No existía mejor comediante sobre la faz de la Tierra que su hermano mayor. De eso Momo estaba totalmente segura. No importaba cuán tedioso estuviera siendo su día, cuando Hak aparecía tenía aseguradas un par de carcajadas. Su mente era un genio de crear bromas.
—¡Hermano, vayamos a dar un paseo, por fi! —suplicó la niña, aprovechándose de la dulzura que le otorgaba su niñez, uniendo sus pequeñas manos.
—Momo, espera un momento que todavía tenemos que...
—¡Te lo encargo, papá! —Hak dejó caer el pico con el que arraba la tierra y se fue brincando hasta su hermana.
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Akatsuki no Yona ~ El color de un recuerdo
FanficAhora, Yona se halla donde se inició su aventura, en su antiguo hogar. Ahora gobernado por el que un día creyó ser el amor de su vida. Entonces, una guerra se presenta, amenazando la estabilidad del reino que tanto desea proteger. Se alzan las arm...