𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐗; 𝗁𝖺𝗅𝗅

2💌

Ondreaz aparcó enfrente de la casa y de repente salieron todos los chicos del interior. Parecía como si supieran a qué hora llegaría.

Por favor, si hay alguien escuchándome ahí arriba, llévame contigo y nunca me devuelvas.

— ¿Te vas a quedar ahí o vas a bajar?— Tony me miró desde afuera.

— ¿Tengo opciones?

— No.

Jo.

Me bajé a regañadientes y cerré la puerta. Los chicos me miraban sorprendidos, entre ellos Bryce. Supongo que tenía motivos, yo había cambiado bastante al igual que él. ¿Los demás chicos? Ellos ni siquiera me conocían, cierto era que fui la novia de uno de sus amigos, pero lo nuestro comenzó cuando vivíamos en otro sitio, cuando todavía él no vivía aquí.

— Bien, esta es nuestra hermana Elara.

— Si le hacen algo— los miró a cada uno y su vista se paró en Bryce— se las van a ver con nosotros.

— Y sobre todo si alguno de ustedes se atreve a insinuarse a ella, se las verá con nosotros— literalmente estaban hablando con Bryce.

Qué vergüenza.

— Okay ya chicos— les toqué el hombro a cada uno y se destensaron— saben que pueden confiar en mí.

— Sí pequeña— Ondreaz me revolvió el pelo— ... nos tenemos que ir— Ondreaz miró su móvil, seguro sería el tal "Thomas" o algo.

— Adiós enana, no hagas cosas malas eh.

— Sí sí, adiós— volteé los ojos y los demás rieron—. Bueno... hola — saludé en voz baja, sintiéndome algo intimidada ya que no estaba acostumbrada a estar delante de tanta gente desconocida.

— Soy Jaden— me sonrió y le devolví el gesto. Era un chico alto de ojos claros.

— Josh Richards a su servicio— hizo una leve reverencia y reí.

— ¡Hola!, soy Kio— su gesto me pareció tierno así que le devolví una sonrisa.

— Quinton reina— me guiñó un ojo.

Dos chicos más bajo el nombre de Griffin y Anthony se presentaron.

— Bueno...— se puso delante de mí agarrándome la mano y besándola— creo que a mí ya me conoces, ¿no es así?— por inercia me eché hacia atrás apartándome de él.

— Desgraciadamente sí, Bryce Hall— sonrió de lado y yo me aguantaba por no contagiarme. Se acercó otra vez, pero esta vez a mi oído.

— ¿Todavía recuerdas cuánto me ponía que me llamaras por mi nombre completo?— un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me acarició el pelo ligeramente. Estaba inmóvil, él me provocaba eso.

Simplemente no podía moverme ante su tacto. Él sabía que tenía ese efecto sobre mi, lo sabía perfectamente.

Esto iba a ser más difícil de lo que creía.

— ¡Chicos!— salí de mi trance— ¿me enseñan mi habitación, por favor?

— Con gusto preciosa— sonrió el tal Quinton y me ayudó con las maletas.

Cuando nos metimos todos dentro de la casa, Quinton me llevó a una habitación por un pasillo.

— Aquí está, también tienes baño— abrió la puerta dejando ver las paredes blancas del cuarto. Entré y la inspeccioné, casi todo era blanco o con tonos grisáceos.— no sabíamos qué color te gustaba así que lo dejamos así. Decidimos que cuando llegaras nos dirías cómo la querías.

Le devolví una sonrisa como respuesta.

— Jaden quiere que salgamos ¿quieres venir?

— Claro.

— Te dejo que te cambies. No creo que quieras que me quede— sonrió de lado y se fue cerrando la puerta.

Me bañé, íbamos a salir más tarde así que tenía tiempo. Me puse la toalla alrededor del cuerpo y salí para elegir mi ropa.

— Si cada vez que vengo por aquí me encuentro con estas vistas me verás bastante más seguido— me sobresalté pero no me giré ya que reconocería esa voz en cualquier lado.

— ¿Qué haces aquí?

— Parece que te molesta, me ofendes— se puso una mano en el pecho.

— Es que me molestas, sin más.

— Mentir es un pecado, amor— salió de allí con una sonrisa en el rostro, me frustra tanto que sea así...

Cuando acabe de elegir mi conjunto me lo puse y me maquillé.

Bajé y vi a los chicos caminando de aquí para allá, algunos ya vestidos, otros peinándose, otros sin camiseta... en fin.
Me puse a ver la casa, me metí por pasillos, habitaciones, etc. Volví a mi cuarto aburrida, pero mientras caminaba hacia ella me topé con una habitación medio abierta, y yo como siempre de curiosa, miré por la rendija de la puerta.

— Sí, Tony. Ella estará bien.— era el cuarto de Bryce— No voy a hacerlo ¿de acuerdo? Solo entiende que estoy arrepentido. ¡Me dejó con la puñetera boca abierta! ¿Sabes el cambio que ha dado? No, no la quiero por eso, quiero cambiar y lo sabes. Además, sé que al menos uno de los que viven aquí va a estar detrás de ella, le tengo el ojo echado a Quinton. Sí, vale. Que te vaya bien, adiós.

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