𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐗; 𝗁𝖺𝗅𝗅

11💌

En ese momento los dos miramos a la derecha rápidamente. Vimos un montón de burbujitas así que salimos.

— ¡Ala! ¡Esa sí que fue buena!— le gritó Josh a Jaden.

— ¡Ya ves!— ahí entendí. Se acababa de tirar haciendo un mortal o algo así.

— ¿Por qué siempre interrumpen nuestros momentos?— gritó un Bryce enfadado.

Todos reímos y le tiramos agua, mala idea. Comenzamos una guerra de todos contra todos, la cual nadie ganó.

— Chicos, voy a salir un poco— asintieron y subí por las escaleras de la piscina para coger mi toalla y pasármela por encima.

Me tumbé unos minutos al sol hasta que me llamaron para que fuera con ellos, estaban al lado de una sombrilla sentados en círculo.

— ¿Jugamos a algo?

— Verdad o reto— animó Griffin.

— Pero... sin verdad— Josh sonrió con malicia.

Empezamos a jugar.

— Bien, Jaden— el nombrado miró en dirección a Quinton, el cual pensó unos segundos para hablar— Te reto a...

Habíamos jugado aproximadamente una hora, pero faltaba todavía el último reto, MI último reto. Estaba frente a un bol de la famosísima comida más picante del mundo. Los chicos le habían echado todo lo picante que encontraron, así que tenía miedo pero a la vez estaba tranquila, porque me gustaba el picante pero no sabía si lo aguantaría.

— ¡En tres!

— ¡Dos!

— ¡Uno!

Cogí la cuchara, la metí en mi boca esperando lo peor, pero relaje mi rostro al sentir un ligero calor deslizarse por mi garganta. No me había picado como esperaba. Para estar segura volví a meter una cucharada llena a mi boca, gesto que los chicos miraron extrañamente.

— Jodeme que te gustó— dijo Jaden.

— Esta chica es increíble— comentó sorprendido Josh.

— A lo mejor no pica, déjame probar— Quinton cogió una cuchara y se la llevó a la boca. En cuestión de segundos estaba en el fregadero escupiendo y bebiendo leche.

— ¿Picaba Quinton?— bromeé.

— N-no, para n-nada— dijo con la voz quebradiza y reímos— ¿cómo lo hiciste?

— Supongo que me gusta el picante, estoy bastante acostumbrada a él— sonreí encogiéndome de hombros.

— Por eso le gusté yo— añadió Bryce y reímos de nuevo.

— Por eso los excesos son malos— dije esta vez yo para que Bryce me fulminara con la mirada y los chicos gritaran.

Al final optamos por jugar una ronda más. Al terminar, me fui a la ducha porque los chicos dijeron que la hype iba a venir a pasar la tarde.

Cuando salí de la habitación para ir al salón ya estaban todos allí.

— ¡Elara!— gritó Ondreaz al verme.

— ¡Avioncito!

— Hey, no me llames así— me apuntó amenazante— yo no me río de ti.

— Y yo no saco fotos de mis partes y las guardo en el móvil para saber que cosas— guiñé un ojo y fui a saludar a los demás.