El avión descendía y, por primera vez en semanas, sentí nervios de verdad. Afuera, Los Ángeles brillaba con ese sol que parece de mentira, como en las películas. Habían pasado meses desde la última vez que vi a mis hermanos, y ahora estaba a punto de empezar algo completamente distinto.
Sobre todo, después de que en las ultimas semanas nada fuera como lo había planeado. Enterarte de que el edificio en el que llevas dos años viviendo tiene una supuesta plaga y habrá que precintarlo no es una bonita noticia.
Así que aquí estoy, apoyada en una de mis maletas, pensando en si me aceptarían en la casa de mis hermanos.
Lo único que sé es que viven con muchos mas influencers y que cream contenido casi diariamente de todo lo que pasa.
Estaba esperando en el aeropuerto a que vinieran a buscarme, perdida en pensamientos de todo tipo, cuando a lo lejos vi dos figuras acercarse corriendo a mi, obviamente los reconocí enseguida así que salí también corriendo y nos fundimos en un gran abrazo.
— Te eché demasiado de menos preciosa — fue lo primero que me dijo Ondreaz acariciándome el pelo.
— Yo igual grandullón, ¿te has cortado el pelo? — dije separándome, viéndolo mejor. Asintió y sonreí — igual sigues siendo un orco — reímos.
— ¿Y yo, estoy pintado?— dijo mi otro hermano, Tony. Al mirarlo por primera vez pegué un salto y lo abracé.
— ¡Te hiciste rulitos! — grité acariciándole el pelo.
— ¡Sí, pero no me grites! — dijo de la misma manera con una sonrisa de oreja a oreja.
Hablamos un rato hasta que Ondreaz nos llevó en su coche hacia la casa. Él conducía mientras Tony y yo íbamos en los asientos traseros.
— Y... ¿es grande?
— ¿El qué, cochina?— levantó las cejas.
— Ay estúpido, la casa digo.
— Ah, sobre eso...— Tony volteó hacia el espejo conectando su mirada con la de Ondreaz. Este lo miró preocupado y yo fruncí el ceño.
— ¿Pasa algo?
— Bueno... digamos que no vivirás en la Hype.— abrí mis ojos sorprendida y los miré a los dos.
— ¿Cómo?— seguía sin entender.
— Hablamos con Thomas hace unos días, él no sabía que vendrías y no estuvo de acuerdo con que te quedaras, de verdad que insistimos mucho pero no nos hizo caso. Lo sentimos, pequeña...— la verdad eso era lo que menos me importaba.
— ¿Y dónde se supone que me voy a quedar? ¿Me dejarán tirada en la calle y todos los días me traerán comida o qué?— la situación y la poca información que me estaban dando me estaba poniendo de los nervios.
— Esa es la parte difícil, díselo tú Ondreaz.
— De eso nada, yo no se lo pienso decir.
— Yo tampoco...
— ¡Ya! Que me lo diga alguien por favor... ¿Ondreaz?— le puse ojitos y suspiró.
— Mmm, estábamos tan desesperados que le pedimos a la sway si podías alojarte allí...— dijo bajito, yo abrí los ojos más de lo que los tenía ya.
— ¡¿Qué?! ¡¿Están locos?!— hiperventilé un poco antes de seguir— ¿acaso no saben que...?
— Sí, lo sabemos. Pero no teníamos otra opción.
— Me podría haber quedado en un hotel...
— Deja de quejarte, estoy seguro de que podrás acostumbrarte.
— ¿Que podré acostumbrarme? ¿Estando mi puto ex, el que me puso los cuernos, viviendo conmigo?
— Sé que es difícil, lo sabemos. Pero conociendo tu carácter sé que nunca derramarías una lágrima por el, y menos enfrente suya.
— Eso ya lo sé. Tengo dignidad ¿sabes?— En realidad no me importa llorar, solo que tengo que verle su estupida y malditamente sexy cara todos los días (exacto, me seguía pareciendo lindo, no voy a negar que había visto unas fotos suyas de ahora y esta muchísimo mejor que antes).
— Sabemos que aún no lo has superado, quien sabe, a lo mejor termináis juntos y todo— dijo Tony
— No volvería con él, jamás.
Lo vuelvo a decir, no he podido olvidarlo. Sé que me engañó, pero vamos a ser sinceros: ¿Cómo se puede olvidar a Bryce Hall? Simplemente el hecho de que esté cerca me pone los pelos de punta, y conociendo cómo es su carácter, sé que va a intentar estar pegado a mí para ponerme nerviosa, suena ridículo, pero él sigue siendo mi debilidad.
— ¿Ellos saben que iré?
— Sip, bueno, Bryce no. No estuvo el día que lo hablamos. Pero supongo que le alegrará verte— Tony me puso cara pícara mientras me daba leves codazos.
— Pues que se alegre lo que quiera, no me importa— sí que me importa.
— Oh vamos, Elara...— dijo Ondreaz como si fuera obvio— tú y yo sabemos que ver a ese tío pasar todavía te baja las bragas.
— ¡Ondreaz!
— Solo digo verdades, y lo sabes— me miró a través del espejo y me señaló, Tony no hacía más que reírse.
— Tú cállate, idiota— lo que quedaba de camino me limité a mirar por la ventana con mi brazo apoyado en la puerta, de vez en cuando soltaba suspiros. Suspiros que él me robaba, no entiendo como puedo ser tan idiota de querer a alguien así, hay veces que me dan ganas de reencarnarme en otra persona y darme un buen bofetón...
En fin, después de un largo rato escuchando los chismes de mis hermanos llegamos a la famosa casa.
A la sway house.
No olvidéis votar y comentar 💌

ESTÁS LEYENDO
𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐗; 𝗁𝖺𝗅𝗅
Hayran Kurgu*historia actualmente en proceso de edición y sin finalizar 𝗗.𝗘| ❝𝗁𝗈𝗅𝖽 𝗈𝗇, 𝖨 𝗌𝗍𝗂𝗅𝗅 𝗐𝖺𝗇𝗍 𝗒𝗈𝗎❞ 𝙖 𝙗𝙧𝙮𝙘𝙚 𝙝𝙖𝙡𝙡 𝙛𝙖𝙣𝙛𝙞𝙘.