Desperté junto a Chase, le pegué unos cuantos almohadazos y se levantó.
- Ya para ___ ya estoy de pie- dijo desperezándose
- Me gusta molestarte
- Ah ¿si?- se abalanzó sobre mí y empezó a hacerme cosquillas, no pude evitar soltar fuertes carcajadas a la vez que súplicas porque parara.- Eh, chicos, bajad a desayunar- Chase paró y miramos hacia la puerta
- Ya vamos Bryce, ¿vienes?- me miró
- Vete adelantándote, voy a cambiarme de ropa- sonreí y asintió saliendo por la puerta.- ¿Vas a quedarte ahí?- pregunté parándome frente al armario rebuscando entre mi ropa
- Últimamente estás muy unida con los chicos
- ¿Algún problema? Son mis amigos...
- ¿Por qué me haces esto?- suspiró recargándose en la puerta
- ¿Perdona?
- Me tienes loco ___. ¿Por qué no sales de una maldita vez de mi cabeza?
- Bryce... ¿estás bien?
- No. No estoy bien ___. No sabiendo que no puedo tenerte, que no puedo levantarme contigo a mi lado todos los días... Que no puedo amarte...
- Bryce...
- Aunque supongo que eso ya no importa, reconozco que fui el real idiota contigo, y una vez más te pido perdón ___.- me miró- me voySalió y me dejó pensando demasiado.
Él me ha demostrado que de verdad está arrepentido y yo solo lo evito e ignoro. Él entiende que quiero que me comprenda por todo el dolor que pasé pero también me está demostrando que lo hace.
Está arrepentido, lo está de verdad.Bajé los escalones y me senté en el taburete, pero todavía seguía planteándome lo de Bryce.
- ¿Tú qué opinas ___?- salí de mi trance y miré a Griffin
- ¿Sobre qué?
- Dios hoy estás empanadísima, ¿qué te pasa?
- Nada Josh, solo pienso. ¿Qué querías Griff?
- Le quiero pedir a Dixie que sea mi novia...
- Aww- sonreí- me encantarían juntos, ¿cuando lo vas a hacer?
- Creo que saldré esta tarde con ella y... no lo sé, intentaré que nos quedemos solos y poder hablarle sobre eso...
- Griffin- me miró y le toqué el brazo- todo va a salir bien, no te preocupes, Dixie nunca te haría daño- sonrió
- Eres la mejor ¿sabes?
- Claro que lo sé- me eché el pelo hacia atrás y lo miré con superioridad, a lo que todos rieron.(...)
Eran como las doce de la mañana y estaba en mi habitación mirando tutoriales en youtube para darme ideas de cómo decorar la habitación, pero ninguno me llenaba lo suficiente.
Al final, opté por poner luces que me encontré en el desván por encima de la cama y unas cuantas plantas. Y como no, unas cuantas pinturas por aquí y por allá.- ¿Qué haces?- preguntó ya sabemos quien entrando a la habitación
- ¿Qué color te gusta más?- le enseñé los dos botes que tenía en las manos.
- El negro, ¿para qué?
- Quiero pintar este pantalón pero no sé qué color combinar con el salmón- señalé el susodicho y se sentó a mi lado inspeccionándolo.
- ¿Y si en vez de estos coges este?- agarró otro bote del cajetín y me lo enseñó
- Voy a probar...- cogí la paleta y los puse juntos- oh dios mío... ¡es perfecto!- lo miré con una gran sonrisa- ¡gracias!- sin pensarlo me abalancé sobre él dándole un gran abrazo. Al principio se sorprendió pero sin dudar me lo siguió durante unos segundos. Durante esos segundos sentí los latidos de su pecho aceleradamente, y puedo jurar que era lo mejor que había escuchado en mi vida.Sonreí y me aparté con cuidado.
- Echaba de menos abrazarte- admitió
- Yo también, ¿te acuerdas aquel día en la noria?
- Claro que sí, ¿cómo olvidar uno de los mejores días de mi vida?
- ¿Me está usted coqueteando señor Hall?- dije con gracia
- Puede ser señorita Lopez...Nos quedamos unos minutos en silencio mirándonos a los ojos, aunque a veces se nos escapara la vista a los labios. La habitación estaba raramente en silencio, excepto por nuestras respiraciones que chocaban de lo cerca que estábamos. Bryce se relamió los labios mientras se aproximaba lentamente hacia mi, por alguna extraña razón mis nervios aumentaron poco a poco formándome un nudo en el estómago. Me limité a quedarme quieta mientras él acariciaba mi cara, al mirarme a los ojos paró en seco y se puso serio.
- Eh eh eh, ¿estás bien?- dijo alejándose preocupado
- Si, yo... lo siento- me levanté y salí a paso apresurado de allí, viendo cómo Bryce observaba mi caminar. Me dirigí a la piscina, el único lugar donde no había nadie y me senté en el borde remojando mis pies.- ¿Estás bien?- vi una figura sentarse a mi lado
- Si...
- No mientas... déjame adivinar, ¿Bryce?- asentí empezando a derramar lágrimas mientras me apoyaba en su pecho- eh, tranquila- miré sus ojos e intenté sonreír- cuéntame, ¿que pasó?
- Yo... él...- sollocé y abracé más fuerte su pecho
- Shh, ya está- acarició mi pelo- vi que entró a tu habitación, ¿fue ahí?- asentí levemente- bien... ¿te ha hecho daño?
- No, él nunca me tocaría...- me miró esperando a que siguiera, hice una pequeña pausa y proseguí- casi nos... besamos
- ¿Y que pasó? Al fin y al cabo es buena señal ¿no?
- Eso creía yo pero... la verdad no sé lo que pasó- suspiré- me puse nerviosa y él lo notó, sé paró y me dijo si estaba bien
- Tranquila... es normal, seguro que en aquellos tiempos donde todavía estabais juntos era igual ¿cierto?- me encogí de hombros con indiferencia- estáis volviendo a lo de antes, a cuando eran felices, aquellas veces donde quedaban a escondidas porque vuestros padres os pillarían, cuando él robaba flores del jardín del vecino más chungo del barrio para dártelas a ti. Le encantaba ver tu cara sonrojada cuando te daba besos en la cabeza o cuando te abrazaba por la cintura...
- ¿Cómo...?
- Bryce hablaba mucho de ti, lo contaba todo, hasta el más mínimo detalle- me miró con razón y secó mis lágrimas.
- Nessa... gracias, de verdad, eres muy buena amiga- sonrió en respuesta y nos abrazamos como despedida.- ¡Eh!- gritó cuando me alejaba, me detuve y volteé a mirarla- ¡cómetelo de una vez, fiera!
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