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Me removí ligeramente sobre el colchón buscando una posición adecuada para seguir durmiendo, pero al no encontrarlo abrí los ojos. Cuando reaccioné y miré a todos lados, divisé a Bryce aferrado a mí en un abrazo y su torso expuesto a la luz del sol que entraba por la ventana. Seguí bajando hasta ver la sábana blanca que cubría su cintura y por inercia mis mejillas se sonrojaron. Me levanté lentamente sin despertarlo y agarré otra sábana tapándome a mí hasta mi recorrido al baño.

- No jodas- dijo éste sorprendido cuando salí con mi ropa habitual- mi novia es perfecta- sonreí y me acerqué a él plantándole un beso.
- Ahora ve a bañarte, recuerda que mañana volvemos a Los Ángeles- se puso en pie rápidamente dejando caer la sábana, enseguida me tapé la cara- oh dios, ¡Bryce!
- ¿Qué? No es nada que nunca hayas visto- se encogió de hombro y abrí la boca ofendida, supongo que me tienen que ir quedando lado lo de que este hombre no tiene vergüenza alguna...
- Métete al baño anda- me acerqué al armario y saqué la mayor parte de la ropa, para así tenerla preparada por la noche. Salí yendo al camarote de mis amigos quienes ya estaban despiertos.

- ¡HOLA GENTE!- abrí los brazos y me abrazaron
- ___ sin gritar no es ___- dijo Nick obvio y reímos.
- Oye, necesito que vengas, hay una caja muy pensada en la otra habitación- dijo Chase
- Dile a Nick que te ayude- me encogí de hombros y rodó los ojos
- De donde yo vengo, eso significa ven conmigo, necesito hablar a solas urgentemente- abrió los ojos más de lo normal.
- Lo siento, soy más mala para las indirectas que Emilio Martínez- rió y lo acompañé.
- ¿Y bien?- me cruce de brazos recargándome en una pared y una sonrisa maliciosa se formó en su cara.
- Solo pienso decirte una cosa, las paredes que separan las habitaciones son finas, DEMASIADO finas- resaltó el "demasiado" y abrí los ojos con atención.
- Jódeme Chase- negó lentamente y me hice un facepalm suspirando.
- Tranquila, la única cama que está pegada a la pared es la mía- dijo intentando remediar las cosas.
- Eso no significa que no vayas a abrir tu pedazo de boca, ¿cierto?- pregunté cansada y negó- ahg
- Tal vez... podría sellar mis labios si me invitas a comer cuando lleguemos a Los Ángeles- rodeó mis hombros con su brazo.
- ¿Crees que voy a comprarte comida para que te calles?- asintió- pues sí- me abrazó y salimos de allí.

- ¿Por qué están recogiendo todo tan temprano? Nos vamos mañana...- miré a Nessa con cara de confusión.
- No, linda. Nos vamos hoy en la noche- abrí los ojos y corrí a mi habitación, era verdad, a último momento habíamos decidido volver en avión y se me había olvidado la hora exacta. Sí, como siempre arruinándolo todo.
- ¿Qué pasa, reina?- preguntó Bryce poniéndose una camiseta.
- Nos vamos esta noche y yo soy tonta- dije rápidamente haciéndolo a un lado para pasar. Abrí el armario y agarré literalmente toda mi ropa.
- Eh, relájate, es por la mañana todavía
- ¿Tienes idea de cuánto tardo yo haciendo las cosas?- puse mis brazos en jarra mirándolo, sonrió de lado y se acercó.
- Está bien, no te molesto más- dejo un beso en mi mejilla y se dirigió al otro ropero. Sonreí y seguí mi trabajo.

(...)

- ¿Por qué no me sorprende que yo haya terminado hace una hora y tú todavía estés ahí?- dijo Bryce desde la cama.
- ¿Por qué no me sorprende que cada vez que abres la boca la cagas?- levanté una ceja y rió.
- No te enfades conmigo, beautie- hizo un puchero y me tiré en el colchón junto a él.
- Acabé- dije- y no pienso hacer más nada hoy
- ¿Ni siquiera querrías un domino's?- lo miré extrañada y de su espalda sacó una pequeña cajita, abrí mi boca y mis ojos y un ligero brillo reposó en ellos.
- Oh por dios... ¡Te amo más que a nada en el mundo!- me tiré encima suya y le llené la cara de besos. En un pequeño pero fugaz movimiento me quitó de encima suya y estiró la colcha para poner la bolsa sobre esta. Junté mis manos como la niña pequeña que todavía vivía en mí y rió.
Definitivamente Bryce sabe como animarme...

- Gracias- susurré- eres el mejor...
- No tienes que darlas, desde el tiempo que te conozco sé que te gusta que te consientan y...- se rascó la nuca nervioso, hasta me atrevería a decir que un poco sonrojado.
- ¿Estás nervioso?- pregunté graciosa.
- ¿Quién? ¿Yo? Por favor...- rápidamente volvió a su postura inicial y reí bajito.
- A veces eres lindo cuando lo estás...- dije de la misma forma y sentí su mirada en mí, sin embargo no le devolví la mirada, así que asumió que lo decía enserio y no para burlarme de él, esto provocó que sonriera.
- Te amo- paré de comer mirándolo de la misma forma que él había hecho conmigo y sonreí.
- Yo también te amo, amor- hice que soltara el trozo de pizza que tenía en la mano para mirarme atentamente.
- ¿Acabas de...?- sonrió- ¿Acabas de llamarme mi amor?- asentí- wow, no recordaba lo bien que se sentía esto...- estiró su cuello y me provocó una pequeña risa- oh no no no, sigue haciéndolo, fue lo mejor que escuché en mi vida- me acerqué a él y le di un pequeño beso en la punta de la nariz, se volvió a sonrojar.
- Oh por dios, eres literalmente la cosa más tierna que existe en este mundo- acaricie sus mejillas suavemente.
- No lo creo, no después de ti
- Tú eres mucho más tierno Bryce
- Entiende que tú lo eres más- levantó sus cejas
- No me hagas convencerte Hall
- Depende de qué manera lo hagas...- subió y bajó éstas haciéndome darle un pequeño golpe en el brazo.
- Tonto
- Al que amas
- Al que amo





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𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐗; 𝗁𝖺𝗅𝗅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora