Extra: Beso Secreto

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-Papa, te lo juro que esto no es necesario -dijo por enésima vez Temo. Sonaba incomodo, hundido en el asiento de la burra mientras evitaba hacer contacto visual con Aristóteles.

-Es necesario chamaco –dijo con firmeza Papancho, manteniendo sus ojos en el camino mientras maneja la burra camino a la farmacia más cercana.

En estos momentos, Temo se sentía tan estúpido por haber caído en la tan obvia trampa de su papa cuando les dijo a él y a Ari "Aristemos acompáñenme a dejar unas cajas al mercado". Al toluqueño se le había hecho sospechoso que no le pidiera ayuda también a Axel, que era más fuerte que los jóvenes y estaba en la sala simplemente viendo la televisión sin nada más que hacer, pero ni en sus peores pesadillas se imaginó que todo este viaje terminaría con ellos yendo a la farmacia a comprar condones y lubricante para que su papá les diera "la plática"

-Suegrito, se lo juro que mi mama ya nos dio la plática, no es necesario...todo esto -insistió Aristóteles entre dientes. Sus hombros estaban muy tensos, aplastados entre el cuerpo de Pancho y Temo-. Tenemos todas las cosas muy claro, muchas gracias.

-¿Los llevo a comprar métodos anticonceptivos? -pregunto Pancho volteando momentáneamente a ver a los muchachos, que se hundieron más en sus asientos.

-Bueno...pues... no realmente...en realidad, ella nos los compra...-contesto Aristóteles, bajando cada vez más su voz con cada palabra que pronunciaba.

-Pues ya están grandecitos para comprarlos ustedes mismos –dijo Papancho con voz severa -. Si se creen tan adultos para andar haciendo sus cochinadas en el baño familiar, entonces son lo suficientemente adultos como para comprarse sus condones.

Temo dejo salir un gruñido, sintiéndose acorralado y sin salida -. ¿Al menos podemos ir a una farmacia lejos de la casa? Conozco a la familia de la farmacia y te aseguro que no quiero que la señora Coco sepa de mi vida sexual.

-Pero si no hay nada de malo. Es súper normal –lo regaño Pancho -. La señora Coco tiene 7 chilpayates ¿Cómo crees que los tuvo?

El planteamiento de como la señora Coco, una abuelita rechoncha que olía a canela y siempre tenía una sonrisa amable en su rostro , había engendrado a sus hijos, era una imagen mental que Temo no tenía intención de pensar nunca.

-De alguna manera, tu comentario me hizo más gay. Gracias papa.-dijo Temo con sarcasmo.

-No sea payaso, no sea payaso –lo regaño su papa y Temo estaba seguro de que si estuviera a lado de él, su papa habría acompañado sus palabras con un zape. Lo bueno es que Aristóteles servía de escudo entre ellos -. Lo que quiero hacerte entender chamaco irrespetuoso, es que el sexo es algo muy normal entre las personas, y no debería de hacerte sentir mal el ir a comprar condones. De hecho, habla rete bien de ti, pues demuestra que eres responsable.

Internamente, Temo sabía que su papa tenía razón, pero eso no evito que sintiera el pánico apoderarse de su cuerpo cuando al doblar la esquina, diviso en la lejanía el familiar cartel de la farmacia. La hora de su ejecución se acercaba.

En cuestión de segundos, la burra había llegado al objetivo, estacionándose frente al local. Era una agradable tarde de Domingo y Temo preferiría estar en cualquier otro lado con tal de escapar del carro.

-Ahora sí, escúchenme bien claro Aristemos –les pidió Pancho apagando el carro y volteando a verlos mientras se estiraba y buscaba entre sus bolsillos algo. Cuando finalmente lo encontró, los jóvenes pudieron ver que el objeto que tanto había buscado se trataba de su cartera, de donde estaba sacando varios billetes -. Ambos van a entrar a esa farmacia y saludaran a la señora Coco, después irán a la sección donde estén los condones y el lubricante –explico Pancho, pasándoles un billete de 200 a cada uno -. Quiero que los dos compren los productos por separado. Cada uno lo escogerá y lo pagara individualmente, nada de darse apoyo entre los dos.

Kiss You • AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora