Beso Celoso (Parte 2 de 5)

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Temo nunca se había considerado así mismo una persona con actitudes tóxicas. Para él era difícil reconocer que hubiera algo de su personalidad que pudiera ser dañino para sí mismo y sus relaciones personales, porque tan rápido como notaba algo que no le parecía correcto, enfocaba todas sus energías y esfuerzos en erradicarlo y crear siempre una mejor versión de sí mismo. Sin embargo, una actitud considerada tóxica por algunos, de la que no se podía librar por muchas horas y esfuerzos que dedicara eran sus celos.

Cuando era pequeño, Temo incluso llegó a pensar que era el novio menos tóxico de la tierra por la poca atención que le daba a los amigos o pretendientes de sus "novias", pero más tarde que temprano se dio cuenta que no era cuestión de celos o no, sino de que era gay y lo que hicieran las chicas interesadas en él le importaba tan poco como los infomerciales que pasaban en la tele local en las madrugadas.

Las niñas le reclamaban diciéndole "¿Por qué parece que no te importa que alguien más me hable?" y Temo las miraba con confusión y respondía "Porque no me importas" y si, ahora era lo suficientemente mayor para ser consciente de lo insensible que sus palabras eran, pero el solo decía la verdad.

No fue hasta que Temo se enamoró por primera vez que conoció una característica suya de la que no estaba en lo absoluto orgulloso: era un celoso al extremo.

Mientras que Temo confiaba plenamente en la palabra de su novio, su cerebro no podía evitar temblar en inseguridad ante la más mínima señal de amenaza.

La primera vez que había notado esta deshonrosa característica, fue con Yolo, la nueva vecina que sin ningún tipo de vergüenza había admitido en su cara su atracción hacia Aristóteles.

"Me topé con Aristóteles, un chico interesante" habían sido las palabras que rugieron dentro de Temo, creando inmediato desagrado hacia la chica y orillándolo a actuar de una forma agresiva y poco adecuada que solo había visto en el pasado cuando alguien se metía con él o su familia y es que de alguna forma, cualquier amenaza a terminar con la relación que tenía con la persona que más amaba activaba su instinto posesivo.

Sin embargo, sus actitudes pronto le causaron grandes problemas con Aristóteles, haciéndolo sentir mal y confundido sobre como detener este sentimiento tan desconocido y nocivo.

Afortunadamente, su novio fue bastante comprensivo con él y hablando de corazón a corazón, ambos pudieron aclarar sus sentimientos, trabajando en conjunto para ayudarse mutuamente a superar cualquier problema y malestar.

Y aunque ya estaba mejor, aun en la actualidad veía con recelo las personas que comentaban en cada foto de su novio cosas como "papazote" ""¿a qué hora sales por el pan papacito?" "Sabes que significa goals en inglés? Pues quiero que me la goals :v" "Quisiera ser solecito para entrar por tu ventana hermoso" "Ya di que eres mi novio" "Me encantaría que fueras mi refrigerador, para meterte hasta los huev-"entre otras asquerosidades que dejaban a Temo harto y que no ayudaban en nada a controlar sus inseguridades.

Y aunque le causaban malestar, ya era lo suficiente mayor para ignorar esos sentimientos y mejor enfocarse en lo importante: su amor por Aristóteles.

Después de tantos años, Temo finalmente se sentía tranquilo con el mismo y los celos. No era fácil pero con ayuda de Aristóteles y trabajándolo en equipo, Temo había dejado poco a poco el tema de los celos en el pasado. O eso creyó.

-¿Oye y donde está el provinciano? Es extraño no verlo pegado junto a ti todo el día ¿pelearon? -le preguntó Mateo una tarde del martes mientras Temo y el terminaban un proyecto en la biblioteca.

-Eso quisieras -le contestó Temo mientras buscaba entre los estantes algún libro que hablara sobre la historia de las doctrinas económicas-. No vino hoy a la escuela porque tiene que grabar un video para su nueva canción –explico Temo, sonriendo al recordar lo bien que le estaba yendo a Ari con su carrera y lo mucho que había crecido en los últimos meses, consiguiendo un mejor equipo de trabajo y representantes que estaban ayudándolo a impulsar su fama.

Kiss You • AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora