𝑴𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏: 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 𝑷𝒂𝒓𝒌 [ 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒕𝒐́𝒏 ] 3

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Otro bobo día esperando que por fin se cumpla el tiempo necesario. El pequeño Oh sentía que explotaría de tanto tiempo, no había sido tanto rato pero según el habían sido como mil años.
Mil años sin hablar (de ese tema porque para otras cosas era básicamente un loro parlanchín), guardando un secreto enorme. Era mucha presión para él pero lo sobrellevaba bastante bien así que no podía quejarse por cualquier cosa que cruzara su mente en X instante bobo.

ChanYeol de por sí ya había comenzado a sospechar algo, eso le ponía aún más tenso y con una carga encima. Si le preguntaba y le insistía con más frecuencia, básicamente, SeHun largaría toda la "sopa" más rápido de lo que hace usualmente cuando está guardando un secreto propio de él.
Revisaba su teléfono impaciente, no por los mensajes, notificaciones, likes o demás. Sino porque quería que el tiempo pasara aún más rápido de lo que normalmente pasa. Se distrajo, por primera y única vez, haciendo toda la tarea que tenía pendiente para la próxima semana. En estos días estaba aprendiendo más de lo que hacía usualmente y todo por una pequeña sorpresita que le tenía a su amoroso novio orejon.

Las dudas comenzaron a hacerse presentes en su mente. ¿Y si no llegaba a gustarle? ¿Y si no le parecía lo suficientemente cool? ¿Y si se vestía mal? ¿Y si algo salía mal? Quería llorar mucho pero no, era un niño fuerte. Todo saldría bien si el pensaba que las cosas irían bien, quitaría absolutamente todos sus malos pensamientos de su pequeño cuerpo y los alejaría lo más lejos posible para que no atormentasen sus ideas en un largo rato. Las preocupaciones podrían venir después de la fiesta sorpresa, ahora no tenía ni tiempo ni ganas para ello. Lo único que importaba ahora era la misión.

La misión Park C.

ChanYeol vino con el a dormir luego de unas horas, este había estado entrenando las horas anteriores. Siempre quería verse en forma, estaba guapo de todos modos, SeHun no entendía ni podía levantar la cantidad de cosas que hacía él. Ya en la cama, hablaron de temas sin mucha importancia, era como una especia de ritual que ambos hacían todas las noches antes de dormir. De vez en cuando hablaban hasta quedarse dormidos pero esta vez no fue el caso. Juntos se abrazaron debajo de las sábanas disfrutando de su calorcito colectivo y soñaron en lo alto que eran felices, hoy y siempre.

𝑳𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑾𝒐𝒍𝒇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora