"Solicitud de custodia"
8 de mayo de 2016
Jongho
Esta mañana me he despertado más tranquilo de lo que estaba el día de ayer.
Hoy no hay ni rastro en mi de las ganas que tuve ayer de solo llorar, aunque no puedo dejar de sentirme nervioso y ciertamente ansioso por el encuentro de anoche en la madrugada con mi madre.
Despertarme solo en la cama de Yunho, siendo casi las diez de la mañana y gracias a los pequeños rayos que se cuelan por entre las cortinas, no me ayudan demasiado a sentirme mejor pero si el desayuno delicioso que me ha traído.
— He llamado a mis padres —le miro, terminando el último trozo de tortitas con fresa —les he contado lo que pasó anoche. Tienen que saberlo por lo que pueda hacer tu madre Jongho. Espero que no te molestes conmigo por eso.
— Debería haberlo hecho yo —dejo la bandeja vacía en el suelo.
Acercándome en la poca distancia que nos separa me siento sobre sus piernas, abrazándome a Yunho de forma que puedo notar su cuerpo moverse de arriba a abajo por su respiración, la cual se acelera un poco, bastante más bien, por la unión de nuestros labios.
— Jongho —me aparta un poco, mirándome a los ojos —tenias razón con que esto no está bien.
— Yunho.. ¿por qué me dices esto ahora? —puedo notar mis ojos humedeciéndose —mi primera vez ha sido contigo y ahora que ya lo has hecho me apartas de ti.
Poniéndome en pie, notando el roce de su mano intentando detenerme lo cual no consigue porque no se lo permito, salgo de su habitación lo más rápido posible.
Las ganas de llorar regresan de la misma forma que ayer, deslizándose rápidamente cada lágrima por mis mejillas hasta perderse en el límite de mi cuello.
Quiero encerrarme en mi habitación, llorar y gritar lo mucho que odio ahora mismo a Jeong Yunho por haberme dicho eso.
Eso es lo que quería. Quitarme mi virginidad y si te he visto no me acuerdo.
Siempre tan molesto y como todos dispuesto a jugar con mis sentimientos.
Dispuesto como bien quiero a encerrarme en mi habitación no lo hago, dirigiéndome a la puerta cuando escucho el timbre sonar.
Primero miro para saber quien es y seguido abro la puerta, viendo frente a mi a una mujer uniformada, entregándome una carta por la cual no tengo que firmar.
— ¿Quien ha llamado?
Le ignoro, dirigiéndome a mi habitación directamente donde me encierro.
Sentándome en mi cama miro el sobre, pensando en si abrirlo o esperar a que el señor Jeong y la tía Mimi vengan. Aunque la carta esté a mi nombre.
La abro, sacando el único papel que contiene este sobre.
— Solicitud de custodia —sigo leyendo —por parte de la señora Choi Hana.
Mi madre ha solicitado mi custodia a fecha de hace dos meses y hoy me está llegando la carta con la información de ello.
Dejándola sobre mi cama, limpiándome los ojos, veo entrar a mi habitación a la tía Mimi.
Levantándome rápidamente, torpe incluso, me abrazo a la mujer que me ha acogido en su casa y su vida, no siendo una mala mujer a diferencia de mi madre.
— ¿Qué ha pasado mi pequeño ángel?
Soltándome de entre sus brazos lentamente me acerco a la cama, entregándole la carta que se dedica a leer en unos minutos.
El señor Jeong aparece no mucho después, leyéndola también. Puedo ver como su expresión cambia rápidamente, abandonando mi habitación donde me quedo de nuevo acostado en mi cama, notando las caricias en mi cabeza por parte de la tía Mimi.
— No vas a irte de aquí si tu no quieres mi pequeño —cierro los ojos, sin poder dejar de llorar —todo va a ir bien.
Todo ira bien si un juez acepta que me quede con esta familia y no me devuelve para que viva con mi madre.
Pero emocionalmente yo no estoy bien, habiendo sido rechazado por Yunho, quien ha jugado con mis sentimientos después de haberme robado mi virginidad que voluntariamente, y como un tonto, le entregué, teniendo unos sentimientos por él que ahora me están ahogando.
— Tía Mimi —la miro limpiándome los ojos —¿siempre duele cuando quieres mucho a alguien?
— Hemos estado casi una semana fuera de casa y ya te has enamorado de alguien —asiento, sintiendo una punzada que duele bastante.
— Me da miedo porque tengo quince años —me vuelvo a abrazar a su cuerpo, calmándome bajo las caricias en mi espalda —no quiero ser como mama que solo ha jugado conmigo y me ha abandonado de un día para otro. No quiero ser malo aunque quien me gusta me ha hecho daño también.
— ¿Te ha rechazado mi pequeño? —asiento, aún entre sus brazos —esa chica o chico no te merece si no sabe apreciar lo dulce que eres. Tu nunca serás como tu madre mi pequeño. Eres un buen chico y joven si. ¿Es un chico o una chica?
— Un chico.. —veo a Yunho en la puerta —él nunca me va a querer porque solo soy un mocoso.
— Si no sabe apreciarte mi pequeño ángel no derrames una sola lágrima —limpia bajo mis ojos.
A lo mejor tiene razón y no tengo que ser tan tonto ni llorar por Yunho. Mi verdadera madre ha solicitado mi custodia y esa si es una razón de verdad para que llore.
Aún entre los brazos de la tía Mimi miramos hacia la puerta los dos, viendo al señor Jeong parado junto a su hijo, finalizando la llamada, dirigiéndose a nosotros, más a mi ahora que está arrodillado frente a mi.
— Tu madre solicitó tu custodia —asiento porque eso ya lo se —y el juez estaba dispuesto a dársela. He hablado con él, diciéndole todo sobre tu caso y los tramites han sido acelerados. Mañana te quedarás aquí en casa porque vendrás conmigo. El juez sabe que tu madre te dejó a tu suerte y que yo te saqué de ese lugar. También que aquí estás bien y por ello será tu custodia completa para nosotros. Pero necesito preguntarte algo que también te preguntará el juez.
— ¿Qué es lo que me quiere preguntar señor Jeong? —estoy un poco nervioso.
— Tu apellido es Choi —asiento despacio —¿quieres seguir manteniéndolo o cambiártelo por Jeong? Tienes edad para decidirlo y todos los derechos dada la situación.
— ¿Si me cambio mi apellido es como si fuese su hijo y el de la tía Mimi? —los dos asienten —¿Yunho seria mi hermano?
— Así es pequeño —el señor Jeong acaricia mi mejilla —¿quieres?
¿Quiero?
Mirando al señor Jeong, a la tía Mimi que me sonríe como una madre de verdad y a Yunho que tiene los ojos puestos en mi sin sentir culpa alguna por el daño que me ha hecho, asiento, aceptando cambiar mi apellido.
La solicitud de mi madre de verdad ya no existirá como me dice el señor Jeong, que me abraza sin hacerme daño. Volviendo a entre los brazos de la tía Mimi, quien desde mañana será mi madre adoptiva legalmente, sonrío algo aliviado por la nueva solicitud que será aceptada, dándome una nueva familia.
Una familia con un miembro que ha jugado con mis sentimientos sin importarle mucho eso y al que debería castigar por ello como a mi me castigaban en el orfanato.
No soy un mal chico, pero Jeong Yunho si lo es.
Y ahora será mi hermano cuando yo tengo sentimientos dolorosamente fuertes por él.
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Secretos
FanfictionJongho vive en un piso de acogida desde los nueve años. Su vida alli, sin un futuro claro, no es agradable y mucho menos cuando de la nada, sin verlo venir el peligro se acerco tanto que se obligo a esconderse. Hasta que alguien aparecio para cambia...