"Solos"
2 de mayo de 2016
Jongho
Mis parpados pesan tanto desde que la alarma que sonaba ha sido apagada, despertándome por lo ruidosa que era, que solo me muevo, abrazándome mejor a la almohada, tratando de dormirme de nuevo.
— Jongho —me abrazo mejor a la almohada, ignorando la voz de Yunho —despierta venga. El desayuno está listo y tenemos que ir a clase.
— No quiero —me aparto de su mano —tengo sueño, mucho.
— Mi madre quiere hablar con nosotros —su mano vuelve a descansar en mi cintura —tienes que ducharte. ¿Quieres que te lleve?
Girándome sin soltar la almohada que queda entre mis brazos, sobre mi cuerpo, miro a Yunho confuso.
— ¿Dónde está el Yunho que era borde conmigo? —una sonrisa aparece en su rostro —¿es por lo que dije anoche?
— Jongho se como te sientes —me quita la almohada —y tienes razón llamándome borde. Admito que no te quería en casa y aún me cuesta un poco asimilarlo. Llegaste hace nueve días y todo ha cambiado tanto. Incluso he dejado a mi novio porque te trata mal. Nunca había hecho eso Jongho, entiéndeme, comprende porque soy así.
— Te entiendo Yunho —intento levantarme.
Sacando mis piernas de la cama de Yunho, apoyando mis pies en el suelo, el dolor en mi rodilla aún vendada aumenta, protestando por ello.
— ¿Te duele? —asiento, viendo a Yunho arrodillado frente a mi —si deberías quedarte si. Hablaré con mis padres y les diré que te quedarás aquí.
— Yunho no puedo faltar a clases.
Pero no me escucha, más que nada porque ya ha salido de la habitación, dejándome sentado y solo.
Mirando a mi alrededor, apretando mis manos en el colchón, ejerciendo fuerza solo en mi pierna buena, me pongo en pie como puedo, dirigiéndome lentamente hasta la puerta y de la misma forma hasta la cocina donde el señor Jeong, la Tía Mimi y Yunho se encuentran hablando.
— Papa él así no puede ir a clases —me detengo ante las palabras de Yunho —haz algo.
— Yunho calmate —le advierte su padre —llevará muletas y en el instituto ya saben lo ocurrido asique no te preocupes hijo y desayuna.
Apartándome del marco de la puerta de la cocina, entrando despacio intentando no apoyar demasiado mi pierna mala, sintiendo aún la molestia en mi rodilla, me siento donde habitualmente lo hago, creyendo que si debería quedarme dado que no puedo apoyar mi pierna e ir por el instituto será hoy difícil para mi.
— ¿Te encuentras bien Jongho cielo? —niego ante las palabras de la Tía Mimi —te quedarás hoy en casa pequeño. Los dos lo haréis y es importante que escuchéis lo que os diremos ¿de acuerdo?
Asiento ante la pregunta de la Tía Mimi, sentándome bien en esta silla.
Yunho se sienta a mi lado y sus padres frente a nosotros. Lo primero que hacen es mirarse, centrándose en nosotros ahora.
— Bien chicos solo queremos que nos prometáis primero que os portareis bien —me siento confuso por esas palabras y se que Yunho también por como se mueve sobre la silla —tenemos que irnos por dos semanas. A tu padre le ha surgido un caso nuevo en el que debe estar y yo le acompañaré. Tu deber estos días será cuidar de Jongho, de que él esté bien y no le falte de nada. Eres el mayor y vamos a darte la confianza suficiente para que le cuides en lugar de llamar a tus abuelos y que ellos vengan.
— ¿Vais a dejarnos solos? —me señala y se señala —¿y que hago mama? Jongho no está para quedarse solo.
— No soy un niño pequeño —me defiendo —se cuidarme solo.
— Tendremos que confiar en Jongho para hacerse cargo al parecer —miro al señor Jeong —hijo tu ya te has quedado solo antes.
Yunho discute con su padre sobre el hecho de tener que quedarnos solos por dos semanas. Yo ya me acostumbré a quedarme solo cuando vivía en ese centro cuando se llevaban a todos los niños excepto a mi porque yo no quería.
Eso sucedía cuando era un niño y siempre me quería quedar porque pensaba que así volvería mi madre y me sacaría de allí.
Eso nunca sucedía y con el tiempo asumí, según iba creciendo en edad, que solo seria como estaría toda mi vida. Ahora quedarme solo en esta casa con Yunho no me parece un problema y tampoco estaría esperando por algo que no sucedería.
A pesar de que hoy no vaya a ir al instituto me pongo en pie, dispuesto para ir a ducharme antes de desayunar. De pie por completo, dando el primer paso con mi pierna buena no ocasiona que suceda nada pero cuando voy a darlo con la afectada intentando no pisar con mucha fuerza la pierna me falla, cayéndome al suelo de forma en que el dolor es insoportable, teniendo que ser cargado hasta mi cama por el señor Jeong.
— ¿Podemos contar contigo hijo? —pregunta el señor Jeong a Yunho —¿cuidarás de Jongho o tenemos que llamar a tus abuelos?
El señor Jeong, la Tía Mimi y yo mismo miramos a Yunho, esperando por su decisión.
— Vale papa, cuidaré de la casa y de Jongho —acepta Yunho, sentándose a mi lado —sobretodo del mocoso este que no se moverá de aquí.
En cuestión de minutos me quedo solo en la habitación, después de que mi venda haya sido cambiada, pudiendo descansar un poco.
Tumbándome bien en mi cama, viendo mi hinchada rodilla con una almohada bajo la misma para que no me duela, cierro los ojos, intentando dormir un poco más.
Poco a poco voy calmándome, notando mi respiración pausada, más tranquila con cada minuto que pasa, casi cayendo en un sueño profundo cuando noto una mano en mi cabeza, deslizándose entre mi pelo con suavidad.
Abriendo lo que puedo los ojos veo al causante.
Quizá sea por el sueño pero, por un momento, creo ver a mi madre a mi lado, dejando esas suaves caricias para que me duerma. Incluso cuando habla siento que es ella, volviendo a la realidad entre lágrimas al ver de mejor forma a Yunho a mi lado, recostado en mi cama, centrado en su móvil sin dejar de mover su mano en mi cabeza en ningún momento.
— ¿Ya se han ido? —pregunto.
— Se acaban de ir si —vuelve a mirarme —ahora estás en mis manos y tienes que hacer caso a lo que yo diga.
— Será una tortura —me burlo, sonriendo ya sin sueño —será divertido verte dando ordenes. ¿Podré invitar a mis amigos?
— ¿A todos? —asiento.
— Si claro pero nada de fiestas —le miro confuso —¿sabes lo que es una fiesta no?
— Yunho vengo de un orfanato no de una cueva —vuelvo a cerrar los ojos —se lo que es una fiesta aunque no he ido a una. Lo veía a escondidas en la television de allí y parecen divertidas pero no lo haré. Tía Mimi y el señor Jeong no estarían contentos y no les quiero hacer enfadar. Dejame dormir, me duele mucho la pierna.
Y me duermo, en cuestión de minutos, vigilado por Yunho, sabiendo que cada día será así porque a partir de hoy estaremos los dos solos.
Estoy seguro que estas dos semanas solos serán tranquilas pero que también pasarán cosas no tan buenas y solo podré contar con Yunho si no decide un día ignorarme, volviendo a ser el de antes de cuando llegué a esta casa, aunque hiciésemos una tregua y nos besásemos.
ESTÁS LEYENDO
Secretos
FanfictionJongho vive en un piso de acogida desde los nueve años. Su vida alli, sin un futuro claro, no es agradable y mucho menos cuando de la nada, sin verlo venir el peligro se acerco tanto que se obligo a esconderse. Hasta que alguien aparecio para cambia...