Capítulo 15

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Narra Percy

Me desperté, mi hermosa novia estaba entre mis brazos, debía irse antes de que Jason llegara y nos descubriera así, pero como podría yo perturbar su sueño.

Miraba su rostro, era como cincelado por los mismos ángeles. No había manera de explicar los fuertes sentimientos que estaba teniendo hacía ella ahora. No pienso permitir que nada malo vuelva a sucederle o que alguien ponga una mano sobre ella.

Annabeth es mía, sólo mía.

Con cuidado pase mis nudillos por su mejilla, luego pase a su brazo que se encontraba descubierto por la sábana; por mucho que no quisiera ella debía irse en ese momento, no quería que ella tuviera problemas con su nana o con su padre o su hermano. Pero es que era tan adictivo su aroma junto a mí, era tan reconfortante tenerla entre mis brazos. Con delicadeza puse mi mano en su mentón y lo levanté un poco sólo para poder tener un mejor acceso a sus labios. Simplemente rose sus labios con los míos, provocando que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo y que ansié sus besos. Le doy uno tras otro hasta que siento que ella me lo regresa.

—Siento haberte despertado —mentí piadosamente.

—Buenos días —dijo ella.

—Buenos días, amor —respondió con una sonrisa para volver a besarla.

—¿Qué hora es? —pregunta con su voz aún adormilada.

—Van a ser las 8 de la mañana —respondió mientras la atraía más a él.

—Dios es tardísimo, debo irme —respondió mientras enredaba una sábana en su cuerpo para empezar a recoger sus cosas.

—Me gustaría que te quedarás —comento mientras se acomodaba.

—También me gustaría quedarme, pero pronto mi nana se dará cuenta de que no estoy en mi habitación, y sinceramente no quiero que mi padre se entere de que pase la noche aquí contigo —comentó con algo de rubor en sus mejillas al decir la última parte.

—Está bien, ¿te veré más tarde? —pregunto.

—Claro que si —respondió Annabeth mientras se vestía ante la atenta mirada de Percy.

Le hubiera dado vergüenza de no ser por el hecho de que en su cabeza sólo pasaba la reacción de su padre o de su nana al darse cuenta de que ella no durmió en su habitación.

Al acabar de vestirse se acercó a Percy para darle un último y pequeño beso en los labios.

—Te veré más tarde —susurro ella en sus labios para luego salir disparada de la casa.

Percy pensó que en ese momento él podría morir feliz, digo había pasado la noche con su hermosa novia y todo había sido maravilloso, es más, se atrevía a decir que todo fue perfecto. Las ganas de volverla a ver lo inundaron.

—¡No puedo creer que no han pasado ni 5 minutos desde que ella se fue y ya quiero verla de nuevo! —murmuro mientas se levantaba de la cama para tomar una ducha rápida y poder ir a la casa de Annabeth para verla de nuevo.

[***]

Annabeth entró a hurtadillas a su casa, con el máximo cuidado subió las escaleras, abrió la puerta de su habitación y se arrojó a su cama. Aún no podía creer lo que había pasado anoche, ella había hecho el amor con Percy y no se arrepentía en absoluto. Paso sus manos por sus labios, recordando los besos apasionados que compartió con él hace tan solo unas horas atrás. Su mente divagaba entre las caricias, los besos, su suave toque, la forma como la hizo sentir anoche. La rubia estaba reviviendo todos esos momentos en su mente hasta que alguien tocó la puerta de su habitación.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora