Capítulo 16

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Ninguno dijo nada por unos segundos, no sabía que podría decirle ahora, Annabeth estaba nerviosa, sus manos empezaban a sudar y es que no era para menos con un chico como Percy, digo estaba tan bien que Annabeth podría babear con el sólo verlo.

Percy también estaba algo nervioso, era increíble para él cómo esa chica se había colado en sus sentimientos, ahora no podía dejarla ir, no quería dejarla ir, quería que ella siempre estuviera con él y sólo para él.

—Parece que tu hermano se fue —comentó el chico.

—¿Qué? —pregunto pues no había escuchado con claridad lo que Percy le había dicho.

—Tu hermano, parece que no está —repitió.

Ella lo miro interrogante ¿cómo era posible que él supiera eso? Si ni siquiera se había bajado del auto aún.

—Es que su auto no está —respondió él intuyendo lo que pensaba.

—Oh —dijo ella incapaz de decir otra palabra.

—Seguramente Jason no está ¿quieres pasar a la casa? —pregunto Percy.

Ella abrió los ojos, con esa expresión Percy se dio cuenta de lo que pasó por su cabeza con su sugerencia.

—No pienses nada malo —se apresuró a decir —sólo quiero pasar un poco más de tiempo contigo.

—Está bien —respondió ella.

Annabeth se sujetó el cabello en una cola de caballo. Entraron, fueron directo a la habitación de Percy, ella se sentó en la cama.

—¿Quieres algo de tomar? —pregunto él chico todavía desde la puerta.

—¿Tienes jugo? —pregunto.

—¿Un jugo?, de inmediato —respondió.

Annabeth estaba nerviosa, pues en esa cama había perdido su virginidad la noche anterior, se soltó la cola de caballo. A los pocos segundos escucho el característico "click" de una cámara, la rubia se giró y vio a Percy con su teléfono en la mano.

—Lo siento —se disculpó.

Ella no entendía porque se disculpaba, sólo le había tomado una foto y eso no era un crimen.

—Eres hermosa —dijo mirándola fijamente a los ojos, su mirada era intensa.

—Tú eres muy guapo —respondió ella mientras se ponía de pie y caminaba hacia él, puso sus brazos alrededor de su cuello para después besarlo.

Percy puso el vaso de jugo en la pequeña mesita que tenía para poder rodear la cintura de Annabeth con sus brazos. Poco a poco esa llama que los consumió la noche anterior volvía a encenderse, hubiera continuado creciendo de no ser por el hecho de que el teléfono de Annabeth sonó.

—Lo siento —se disculpó ella.

—No te preocupes —dijo Percy con una sonrisa— ¿quién te está llamando?

—Es papá —respondió antes de contestar—. Hola papi. Estoy camino a casa.

—¿Dónde estás?

—Saliendo del cine con Piper —mintió—, no me tardo.

—Está bien princesa, te quiero.

—Yo también.

Colgó.

—Debo irme ¿nos vemos mañana? —pregunto Annabeth.

—Claro, nos vemos más tarde —respondió.

Él le dio un beso de despedida, ella salió de la casa, Percy la observo por la ventana hasta ver que ella estuviera sana y salva en su casa.

[***]

Estaba en mi cuarto, me preparaba para dormir. Ya era un muy tarde, seguramente todos estaba descansando ahora mismo, pero yo no podía dormir, creo que tengo insomnio.

Me levanto de mi cama con dirección a la cocina, me tomaré un té de valeriana para que me ayude a conciliar el sueño. Al acabar de prepararlo me dirijo a mi habitación con la taza, pero eso se me cae al piso al entrar, pues siento una mano que cubre mi boca y me atrae a su cuerpo.

—Annie —susurró Percy entre la obscuridad.

Mi corazón latía apresuradamente, pero ahora ya no por el susto por un ex celoso o por un secuestrador, sino por la cercanía de mi cuerpo con el de mi candente novio.

Él quito su mano de mi boca.

—Percy ¿qué estás haciendo aquí? —pregunté susurrando.

—Quería hablar contigo —dijo él.

—¿Sobre qué? —pregunté.

Él no respondió, sólo se agachó para recoger la taza que en ese momento se encontraba rota.

—¿Insomnio? —dijo a modo de pregunta.

—Si —respondí.

—Yo tampoco podía dormir, y quise venir contigo —dijo mientras dejaba la taza rota encima de mi mesita de noche.

Camine para sentarme en mi cama a lo que él me imitó.

—¿Qué era eso que ibas a decirme? —pregunté.

Suspiro.

—Te mentí —dijo.

La piel se me erizo, ¿en qué me había mentido?, ¿no me quería?

—¿En qué? —pregunté con algo de temor.

—Pues no tengo nada que decirte, sólo quería estar contigo un poco más —dijo.

Respire aliviada.

—A mí también me gusta estar contigo Percy, pero no deberías estar aquí, mi padre, Malcom o incluso mi nana pueden entrar —dije.

—Si, lo sé —respondió él— ¿sabes?, me he dado cuenta de algo.

—¿De qué? —pregunté.

—Tú y tu hermano pasan mucho tiempo juntos —comentó con un extraño tono.

—Si —dije con una sonrisa.

—Eso no es algo muy normal —dijo sin mirarme a la cara.

—Bueno, es que cuando éramos niños y mi madre falleció mi padre comenzó a salir mucho de viaje, en ese momento pensé que no nos quería, pero Malcom me hizo ver que tal vez no quería que nosotros lo viéramos triste, y como sólo éramos él y yo...

—Sí —interrumpió—, pero ahora no sólo lo tienes a él —dijo con una sonrisa— también me tienes a mí, y dado a que sé que a tu hermano no le agrado tal vez podrías no pasar tanto tiempo con él.

—¿Por qué? —pregunté algo desconcertada por su petición.

—Pues él ahora está al pendiente de lo del proyecto y su novia, y creo que, si te alejas un poco de Malcom, él no va a estar tan al pendiente de ti y tú y yo podríamos salir más a menudo.

—Percy yo creo que... —puso un dedo sobre mis labios silenciándome.

—Además ahora si podrán tener una relación normal de hermanos.

—¿A qué te refieres con normal? —dije apartándome un poco.

—Verás mi hermosa Annabeth, los hermanos son enemigos naturales. Esta en su naturaleza el pelear. Además, no eres una niña como para que tu hermano siempre este al pendiente de ti ¿cierto?

—Bueno en eso tienes razón, pero...

—Nada de peros —mecorto con un beso—. Ya verás que alejarte de él es lo mejor.





El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora